Amor Verdadero Cap-3: Sin decir el "Gracias"

En el cielo ya nocturno,tapisado de nubes grises, se presenciaba la lluvia que estaba cayendo en la Cd.Mexico,junto con un viento frio, hacía que las calles se congelaran, en una parada de autobús, ya con un semáforo en rojo, se encontraban la indiferente chica rubia y el carismático moreno, Grey aún estaba imprecionada,pensaba que decirle, teniendo al joven de estatura alta cubriéndola de la lluvia, usando su chaqueta de cuero negra como si fuera un “techo” con ayuda de sus brazos, ella no sabía si decir “gracias”, ignorarlo o enojarse, se quedó paralizada mirando los destellantes y puros ojos marrones de él, mientras que Gabriel con su cabello, espalda y hombros empapados, le sonrió y le hablo con gentileza y armonía.

—Hola –pronuncio con naturalidad- Te dije que no iba a dejar que te fueras sola –le sonrió cerrando sus ojos.

—T-tu...-mascullo y desvió la mirada- Vete –dijo en seco.

— ¿Qué, por qué? S-solo quiero acompañarte a hasta tu casa ¿puedo? –le cuestiono sonriendo, poniéndose algo nervioso pensó (Así sabré dónde vive)-

—No, no puedes, ¡ahora largo de mi vista! –grito molesta empujándolo hacia atrás y la chica caucásica  empezó a empaparse, frunció levemente el ceño y se dio media vuelta retirándose de él, llegando casi a cruzar la calle.

— ¡Grey, espera! –bajo la chaqueta sosteniéndola con una mano  y la otra la extendió para poder alcanzar a agarrarla, ya que el semáforo estaba ya en verde.

— ¡No molestes! –grito sin mirar atrás la rubia y sin darse cuenta del terrible accidente que iba a tener.

El joven blogger,la tomo del brazo y la arrimo a su pecho para alejarla del auto que paso muy rápido rosandola,siendo manejada por un conductor descuidado,Gabo al hacer impulso para que el auto no la alcanzara, pisó mal en un charco de agua,resvalandose y cayendo en el suelo mojado, la rubia amortiguo su caída gracias a que ella callo arriba de él, sin darse cuenta soltó las bolsas y dejándolas en el suelo, las personas que pasaban por ahí no les prestaban atención ya que corrían a refugiarse por no quererse mojar. Grey al momento de caer soltó un ligero grito, quedando ambos de frente a frente, por unos segundos sus miradas se encontraron, Gabriel por su parte soltó un suspiro de alivio, empezó a sentir como su corazón latía más rápido que una bomba de tiempo, casi queriendo explotar y a pesar del color de su piel, claramente se notaron sus mejillas sonrojadas, todo por sentirla tan cercas de él, tan apegada a su cuerpo, Grey se sostenía con sus pálidas manos colocadas en el firme pecho del moreno para así no estar tan cercas del rostro con él, pero hasta ella misma sintió los fuertes y vibrantes latidos que estaba teniendo el joven blogger,la rubia lo miro a los ojos y el también, su corazón estaba empezando a latir igual de rápido pero Grey reacciono molesta apartándose de él, tomo todas las bolsas y se puso de pie dándole la espalda, el moreno reacciono ya después poniéndose de pie también, pero aun así tocaba su pecho con una mano y con la otra sostenía su chaqueta de cuero, desvió la mirada avergonzado, no dejaba de respirar agitadamente,definitivamente nunca le había pasado y sentido eso antes, trato de tranquilizarse y después de unos segundos soltó una risita tonta

—Jajaja,v-vaya estuvo cercas –sonrió y se acercó un poco más a la bella rubia.

—Te dije que no me siguieras –mascullo cerrando sus ojos y apretó sus puños con coraje, aun dándole la espalda.

—Oh,lo sé pero…-se rasco la nuca nervioso- Estabas en peligro, no podía quedarme sin hacer nada, en fin –le sonríe- Me alegra que estés bien..¡Ahora déjame pedir un taxi! –extendió la chaqueta y con sus brazos hizo un pequeño “techo” colocándolo encima de la cabeza de Grey, para cubrirla de la lluvia

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—No, yo iré caminando hasta llega a mi casa, de todos modos esta ya cercas, si quieres tú puedes largarte en un taxi –dio media vuelta y continuo caminando ya con el semáforo en rojo,Gabo la siguió por detrás como si fuera una mascota siguiendo a su amo.

Al terminar de cruzar la calle, la rubia entro a una colonia de baja economía,Gabo la siguió por detrás y como siempre no podía quedarse callado.

—Entonces te acompañare, hasta llegar a tu casa –le sonrió- No me iré hasta verte llegar a tu casa sana y salva –rio con simpatía y le arrebato varias bolsas de la rubia para “ayudarla” a cargar con eso.

—¡Oye! –reacciono siendo lenta y mordió su labio inferior, tratando de ignorarlo.

—Jejeje –rio de la forma tan peculiar de él cerrando sus ojos y sonriendo, con un brazo cargaba las bolsas y con la otra sostenía la chaqueta, cubriéndola solo a ella, durante todo el camino, estando detrás de ella, pegado muy a la rubia como si fuera su sombra, él pensó (Ah,me gusta mucho tenerla aquí tan cercas de mí, está muy helada, me gustaría…abrazarla…es tan linda) levemente sonrojado la observaba mientras la cubría de la lluvia, viéndola como si fuera lo más interesante y más hermoso de todo el mundo.

—Grey le tiro un codazo en el pecho y cruzada de brazos, dijo molesta- ¡No te acerques tanto a mí, ¿me oíste?!!

—Ahh!!–Se quejó por el golpe - ¡P-pero tengo que cubrirte de la lluvia! – respondió algo molesto

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— ¡Pues no lo hagas y ya vete! –contesto.

—No, no lo hare –negó con su cabeza ya completamente empapado.

—La rubia lo miro por unos segundos (Ya está todo mojado por estarme cubriendo el muy imbécil….tch eso se saca por seguirme, ya le había dicho que se fuera) continuo caminando.

Gabriel durante todo el camino hablaba y hablaba, de su vida, lo que le gustaba, lo que no le gustaba hacer, todo, también le hacía preguntas a Grey, pero ella no las contestaba y cuando lo hacía le respondía con frialdad e indiferencia, siendo eso tan común en ella, rápidamente se había el acostumbrado a la forma de ser tan cruda y fría de ella, además de que trataba de que alguna forma Grey se riera.

— ¡Y entonces el tipo le dice: Piripitiflautica Ajajaj¡!–se echó a reír a carcajadas y la rubia lo miraba con extrañeza alzando una ceja, lo cual el noto y quedo nuevamente callado, siendo intimidado por esa mirada tan fija ,profunda y tétrica de Grey.

Finalmente llegaron a la pequeña y  humilde casa de la canadiense, la cual en la entrada había un pequeño techo y es donde ambos se refugiaron ,en la puerta de la entrada estaba pegado una imagen a color bastante grande de la Virgen de Guadalupe a la cual Grey al verla se persino, Gabo la imito y curioso le pregunto

—Emm,¿Por qué tienen la imagen de ella aquí en la puerta de la entrada? –serio.

—Es para que los testigos de Jehová no nos jodan con sus sermones, ¿algún problema? –le cuestiono y lo miro amenazándolo.

—Ah no, no nada –respondió nervioso y rio.

—Bien.- contesto con firmeza y saco las llaves de la casa y escogiendo una sola la introdujo la cerradura de la perilla abriendo así la puerta, entrando Gabo la siguió por detrás, al estar ya dentro Grey se quitó los zapatos dejándolos a un lado de la puerta, era una costumbre asiática hacer eso, el sabia eso y ella lo hacía, al joven le pareció extraño pero no le dio tanta importancia.

La casa era tan pequeña pero a la ves acogedora, llena de cuadros de los santos,angeles,el rey del cielo y la reina del cielo, además de que los muebles parecían como antiguos pero comodos,la rubia llego dejando su celular negro y llaves en la mesa, retirándose del ligar y subió las escaleras dejándolo a él solo por un momento y sin decirle nada, Gabriel jamás había visto una casa así pero sentía como si este fuera su verdadero hogar, no le molestaba en lo absoluto, al estar solo, aprovecho para ver el celular de Grey,su objetivo era encontrar sus número de celular y lo logro, por curiosidad veía lo que contenía y tenía descargados juegos, videos musicales de j-rock, imágenes de anime y mangas descargados, el al tener poco conocimiento de eso, decidió mejor dejarlo donde estaba, camino por la sala principal y veía ahora los cuadros de su familia, eran solo tres, en uno de ellos el encontró uno donde estaba Grey de adolescente, aproximadamente como de unos 14 años, se veía sonriendo, eso lo impresiono,demasiado se podría decir, hasta el punto en que dudo de que si realmente era ella, pero no, si era ella, sentada en el césped y al fondo de ella lo arboles de Arce, con sus famosas hojas cayéndose veía feliz,Gabo saco rápidamente su celular y tomo una foto de ese retrato ya viejo, son una sonrisa de satisfacción guardo su celular, justo en eso bajo Grey con una toalla y secaba su ropa la cual era lo único de ella que estaba algo húmedo, el moreno se acercó y dijo

—Tienes una bonita casa. Por cierto ¿Dónde están tus padres? –le cuestiono sonriendo.

—Trabajando –dijo seria, ni si quiera lo miro.

—Ah..Bueno estoy seguro de que pronto llegaran –contesto sonriendo y con su cabello goteando agua.

—Si –detuvo sus actos.

—Y estas segura de que estarás bien sola? –le pregunto y Grey le lanzo la toalla en la cara, a los segundos el la aparto de su rostro y la miro interrogante.

—Cállate y sécate –dio media vuelta y empezó a sacar la comida y lo que había estado cargando todo el camino, ya que tenía que hacer la cena.

—Gracias –respondió levemente sonrojado y secaba su cabello tan oscuro como el carbón (Jeje,sabia que no eras tan mala, Grey).

—Bueno, pronto acabara de llover así que puedes irte cuando quieras –cortaba unos trozos de apio en cuadros pequeños.

—Emm si lo hare –termino de secarse y dejo la toalla en un lugar extendida, se sentó en una de las sillas- Sé que estas molesta conmigo porque nunca te hice caso cuando me decías que me fuera pero, no podía dejarte sola, además ¡ese auto iba a atropellarte  y tú no prestabas atención, seguiste caminando como si estuvieras tonta!  -cubrió su boca con sus manos para luego mirarla asustado- ¡No,n-no quise decir eso, e-es solo que..! –se protegió el rostro son sus ante brazos en forma de escudo, se quedó por unos segundo así esperando al gun golpe o patada de Grey y al no escuchar o sentir nada, bajo sus brazos viendo que la rubia con un rostro serio, coloco frente a él una taza con té de manzanilla caliente, quedo inmóvil

—Ten, tomate esto, para que no te resfríes tanto –hablo con voz tranquila y se fue a la cocina terminando de agregar toda la verdura al caldo de res,lo tapo y lo dejo calentando, tomo un libro que estaba en la mesa y tomo asiento empezando a leerlo mientras esperaba que el caldo estuviera listo.

—Ah..-pronuncio intimidado y muy confundido- Gracias..p-por el té..-(¿Qué le sucede?)

—De nada idiota –respondió sin despegar su vista del libro.

— ¡Oye!

Gabriel no se había dado cuenta que todo eso Grey to estaba haciendo ara agradecerle pro haberla salvado y por cubrirla de la lluvia hasta llegar a su casa, ella era tan orgullosa que nunca diría la palabra “Gracias” si no le agradeció de una forma diferente, Pasaron unos minutos y el moreno soltó un suspiro aliviado,después aspiro el aroma dulce del te dando un pequeño sorbo a este, cerrando sus ojos, abriendo luego solo uno, para ver a la bella rubia, al parecer ella no tenía frió, llevaba puesta una minifalda negra de vuelo y unas medias negras, al estar tan concentrada leyendo otro mundo, olvidando que tenía compañía,tomo una postura más cómoda para ella, cruzo una pierna y la falda se acorto y levanto aún más, al estar las piernas aun algo mojadas, de alguna forma brillaban con sutileza por la contra luz de la cocina, eran unas piernas muy lindas, bien torneadas y ejercitadas, atrayentes para Gabo, al ver tal posición que adopto la rubia y ver sus piernas se sonrojo al instante, escupiendo el té de su boca, tosiendo una y otra vez, casi se ahogaba.

—¡Oye, ¿Qué te pasa?! –hablo la chica canadiense molesta.

—Tosió- Nada s-solo que-bajo la mirada “viéndolas” otra vez sin querer, para luego desviar la mirada, tratando de controlarse, controlar sus instintos, controlar sus hombría.

—La chica de piel blanca lo miro confundida para luego ver por la ventana y notar que ya no estaba lloviendo- Tal parece que ya dejó de llover, ya puedes largarte –lo miro sin inmutarse y sostenía el libro en sus manos.

— ¡A-ah ya me voy, gracias por todo! –se despidió sonriendo llegando a la puerta de salida.

— ¡Espera! –se puso de pie y lo siguió por detrás con la chaqueta de cuero negra que le pertenecía a Gabriel- ¡Olvidaste esto! –se la mostró.

—Ah, eso, puedes quedártela –le sonrió.

— ¡¿Qué? No!

—¡Sí!

— ¿Y yo para que la quiero? –le cuestiono molesta.

—¡Haz lo que quieras con ella pero por favor quedatela! –le sonrió y guardo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Tch..Está bien –respondió sin ganas y la lanzo al sofá (luego pienso que hacer con ella).

—Bueno, adiós..-le sonrío y la contemplo- Espero verte después –sonrojado y sus ojos brillaban.

—Yo no –respondió con frialdad, pasó su azulada mirada por la calle y noto que sus padres ya venían en un taxi, alarmándose rápidamente- ¡Ah ya vienen mis padres!

—¡¡ ¿Oh, encerio?!! –Se giró para ver- ¡Quiero conocerlos! –respondió con energía.

—¡¡¿Qué? C-claro que no, lárgate!! –lo empujo.

— ¡P-pero!..

— ¡Largo! –lo siguió empujando hasta llegar a la salida y sacándolo de la casa.

—Está bien, entiendo, adiós –se despidió sonriendo y se retiró del lugar muy feliz.

—Tch..es un idiota –se cruzó de brazos viendo cómo se iba hasta perderlo de vista.

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El moreno estaba muy feliz, esa sonrisa con se quitaba de él, cualquiera que haya visto lo que ocurrió no entendería la razón del ¿Por qué sonríe? Pero de algún modo él estaba feliz y se notaba. Al llegar al departamento, abrió la puerta y se encontró al Wero y a Federico quienes lo miraron curiosos.

—Gabo ¿Dónde estabas? –le pregunto su amigo el wero.

¬—Si, ¿Dónde chingados estabas wey? –hablo Federico.

—¡A eso, no lo van creer! –Respondió muy emocionado- ¡Al fin ella..!-fue interrumpido.

—¡Gabriel! –se escuchó la voz tan aguda y melodiosa de Mariand.

—El moreno se giró viéndola muy seria- ¡Ah ¿Yuya estabas aquí? –sonrío.

—Si, te he estado esperando desde hace cuatro horas ¿Dónde estabas? –cruzo sus brazos estando de pie, alzo una de sus grandes y gruesas cejas haciendo su largo cabello hacia atrás.

—Ah...yo bueno –rio poniéndose algo nervioso.

—Bueno, nosotros ya nos vamos –hablo el Wero llevándose a la fuerza a Federico.

—¡Ah,espérate hombre, no mames! –se quejó en su forma tan singular de hacerlo.

En las sala se encontraban ambos blogger,la castaña no se veía feliz, de verdad estaba molesta, Gabriel le explico todo lo que ocurrió en su camino al departamento >>descartando algunas cosas<< Pero lo más importante si se lo dijo.

—Y por eso…llegue tarde –trato de sonreír.

—¿Quién es esa tal “Grey”, que relación tienes con ella, porque la llamas “la hermosa friki”, por que  la acompañaste hasta su casa? Nunca hiciste eso conmigo Gabo ¡explícame! –pateo el suelo con un pie resonando su tacón y sobretodo su voz chillante.

— ¡Es mi…mi  amiga! –tartamudeo.

— ¿Así? –respondió con muy convencida.

— ¡Si te lo juro!

—Bueno te creeré..¡Pero no me vas a ver la cara de tonta ¿eh?! –molesta lo apunto.

—Si,si ya tranquila –respondió con fastidio, de algún modo empezaba a hartarse, así que saco su celular y veía la foto que le tomo al retrato de Grey y unas cuando estaba leyendo.

—Está bien..-calmo sus facciones- Bueno, como ya desperdicie mi “valioso” tiempo esperándote, me tengo que ir ya, te veré mañana –le sonrío.

—Ah sí..-respondió distraído y sin verla- Nos vemos mañana

 —Yuya le dio un beso en la mejilla, para luego abrazarlo efusivamente por ser como ella dice “cariñosa” pero eso a Gabo antes le parecía muy tierno, pero ahora le resulta empalagoso, fastidioso y asfixiante, la  castaña se retiró del lugar sin cerrar la puerta.

Gabo toco su mejilla sin inmutarse, para luego limpiársela con un asco especial (Vaya tan feliz que venía yo..)  Mejor me iré a dormir, bueno tratare, si es que no sueño con “ella” otra ves pronuncio sonriendo y hablo solo como de costumbre.

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Por otro lado, Yuya caminaba por las calles iluminadas por las luces de los postes de luz y de la misma luna, estaba por tomar un taxi, pero antes de eso, saco su celular dorado, marcando el número de alguien, Esperando a que contestaran, hasta que lo consiguió

—Si,si está bien pero escucha, tengo que decirte algo,Gabo esta llego al departamento muy extraño, normalmente me suplicaba que me quedara un rato más y me invitaba a tomar algo, pero ahora, esta no se…voy a investigar más a fondo eso, estoy casi segura de que le gusta esa tal Grey Martin y no pienso dejar pasar esto así como así y ..tú me vas a ayudar.. –pronuncio mascullando y se dibujó una sonrisa malévola en sus labio pintados de rosa.

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