Amor Verdadero cap-9: Preocupacion

 

 

 

 

—Sí, soy yo —sonrió.

—Tch..¿A qué vienes a esta hora? —Trataba de zafarse de su agarre pero era más fuerte que ella—¡Deja de abrazarme, suéltame! —se quejó.

—D-déjame estar así  un poco mas —respondió.

—Agh,¿Por qué viniste? Estoy trabajando.

—Lo sé, pero quiero hablar contigo sobre…¡nuestra cita! —grito y soltó una pequeña risa  muy emocionado.

—¡Shh! Cierra tu boca, mi papa te va escuchar.

—Lo siento, es que no puedo creer que aceptaras por fin mi invitación..

—No tenía de otra, no dejabas de molestarme con esa estupidez.

—Solo rio, separo su barbilla de ella y la miro a los ojos—Gracias.

—lo miro extrañada por su respuesta.

 

Los niños regresaron de los vestidores, llegando de nuevo al salón principal de entrenamiento, al estar ahí vieron la escena del chico abrazando a su Maestra, todos empezaron a murmurar, unos gritaron mientras reían.
 

—Maestra ¿Qué hace?

—¿Es su novio?

—¿Está permitido hacer eso dentro?

 

Varios comentarios se escuchaban de los pequeños, Grey al verlos empujo al joven de ella y se acomodó su coleta, tomando compostura.

 

—Cierren la boca, él no es nada mío.

—Pero la estaba abrazando —pretexto un niño riendo.

—¿Ese es su “galán” Maestra? —comento entre risas otro pequeño, obviamente Gabo no era atractivo.

—Gabriel se rio algo nervioso y apenado.

—¡Silencio! —grito con rabia y levemente sonrojada, estaba literalmente avergonzada y se giró a ver a Gabo— Hablemos afuera —le confirmo, a los niños los puso a calentar, al terminar de explicarles cómo, se fue con el Youtuber , de nuevo, en el patio trasero.

 

—Muy bien ¿Qué quieres saber? —se cruzó de brazos

—Bueno —la miro frente a frente— ¿A dónde te gustaría ir?

—Da igual

—No, quiero ir a donde tú quieras.

—Tch….no se a comer ¿tal vez?

—Ah, y ¿Qué te gustaría comer?

—¿Comer? Mmm.. ¡Oh, comida coreana! —exclamo sorprendida.

—Bueno, entonces iremos a un restaurante donde vendan comida de esa —le sonrió y la tomo de las manos—Grey, te esperare en la parada de auto bus que esta cercas de donde vivo —saco un papel y le entrego la dirección—De ahí nos iremos al restaurante, a las 6:00pm ¿Esta bien?

—Ah..si, está bien —desvió la mirada algo insegura.

—Bueno —le sonrió, tomo su pequeña y pálida mano, dándole un pequeño beso—Te estaré esperando—soltó la mano ajena y se encamino a la salida, despidiéndose con una sonrisa.

—La rubia se despidió de él y cerró la puerta de la entrada.

 

Al terminar de dar las clases, se encontraba junto con su padre guardando todo el equipo qe utilizaron, entre ellas, cuerdas, tablas de madera etc..Grey, se encontraba ahora sentada afuera del gimnasio, pensaba en muchas cosas, entre ellas lo último que hablo con German, en ello recordó algo relacionado a Gabo, algo que no sabia

 

—N-no, lo odio, porque es lo opuesto a mí —finalizo.

—Eso veo, la verdad no sé porque te sigue mucho, él ya tiene novia, por desgracia es Yuya —desvió la mirada recordando molesto—Es un idiota, no se la merece es muy bonita para él, ella merece un hombre inteligente, maduro y que le dé mucho amor, es una gran mujer, hermosa, amable, dulce, cariñosa, graciosa y sobretodo alegre, no es como las que son unas amargadas y se encierran en sus casas que.. —interrumpido.

 

Había olvidado eso, Gabo ya tenía novia, y era la “cejas pobladas” ¿entonces por qué la invitaría a salir teniendo novia, quería usarla para darle celos a Yuya? No lo sabía, pero, no le parecía ser usada como plato de segunda mesa, por supuesto que no iba a ir a la cita, preferiría quedarse en casa viendo anime, ¿Acaso German tenía razón diciéndole una amargada y cerrada? sentía mucho coraje, estaba realmente enojada.

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En la casa de Mariand, se encontraba grabando uno de sus tantos tutoriales, esta vez de comida “prepara una pizza en 30 minutos” así se titulaba, ahora se encontraba editando, estando sentada en una mesa grande,  con una laptop individual, mientras trabajaba, su hermano mayor entro llegando de la calle, con algo de frio pero tenía información.

 

—Yuya —la llamo el joven que siempre portaba una gorra.

—¿Hay noticias?

—Sí, uno del Crew me informo que Gabo estará este día muy ocupado por que tenía algo importante que hacer.

—De seguro se trata de la gata callejera de G-g-grey —nombro en un tono asqueado y fingió tener nauseas— Perdón, es que hasta decir su nombre me da nauseas.

—Lo sé—la miraba tomando su distancia.

—Bueno—cerro su laptop— Si consigues más información, me avisas.

—Claro —le sonrió.

 

En eso el celular color dorado de Yuya sonó, sin inmutarse lo tomo contestando, colocando la bocina en su oreja.

—¿Si?

—Mariand —le hablo German.

—¿Noticias?

—Grey va a salir con Gabriel.

—¿Qué, cómo te enteraste de eso?

—Le pregunte a Gabo por teléfono si tenía algo que hacer hoy,  por qué lo había invitado a tomar un trago pero me dijo que iba a estar ocupado, lo mismo paso con Grey, no me respondió el primer mensaje que le envié hasta el mensaje número doce, me respondió y dijo que iba a salir, ¿no te parece una gran coincidencia?

—Sí creo que demasiada, estoy segura que esos dos se verán hoy.

—Además ella me conto que Gabo la ha estado “acosando” siguiéndola a donde vaya, como estoy cercas de su casa, estoy seguro que podre verla cuando salga de ella.

—Bien, trata de distraerla por un rato para que no llegue a tiempo a la cita.

—Bueno, lo intentare.

Colgó.

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En la casa de la joven canadiense, la hija única, limpiaba la cocina después de la comida, pasaba el trapeador por zonas sucias del suelo, escuchando música en sus audífonos negros, en eso su padre se asomó por la puerta para entrar al comedor, viéndola de lejos, la rubia sintió que alguien la observaba, en una simple pasada de vista por la entrada vio a su padre, este traía un cuchillo en las manos y sin pensarlo mucho se lo lanzo contra ella, Grey visualizo el lanzamiento y en un Giro de 180° agachándose, lo esquivo algo asustada pues la tomaron por sorpresa.

 

—el adulto rubio reía—Grey, bien hecho pero apuesto a que no te lo esperabas

—No es gracioso —respondió molesta, recogiendo el cuchillo y colocándolo en su lugar.

—Solo trato de prepararte, de ves aprender a esquivar los ataques.

—Lo sé, lose —puso por un momento sus ojos en blanco para luego dejar el trapeador en el patio trasero—Padre, hoy en la noche voy a …—fue interrumpida.

—¿Qué es esto? —tomo del sillón rojo de la sala, una chaqueta negra masculina.

—¡Ah! —la rubia reacciono asombrada, había olvidado que la primera vez que vino el moreno a su casa le dejo su chaqueta— N-no es nada importante

—Es una chaqueta de hombre —su sonrisa se borró y se puso serio­—¿Qué haces con ella?

—No hago nada,  es de un ….un amigo

—¿Amigo? Bueno regrésasela —se la entregó en sus manos y se retiró.

—La recibió e hizo sus ojos en blanco, Gabriel le había dicho que se la quedara pero ella no quiso, al parecer tiene que regresársela—Tengo que devolverla, pero no quiero ver a ese idiota —hablo en voz baja molesta, en la puerta de entrada tocaron y la rubia dejando la chaqueta en el sillón se aproximó a la entrega a abrir.

 

Al abrir la puerta se encontró frente a ella German, quien con una leve sonrisa le hablo seguro.

 

—Grey, ¿podemos hablar?

—Estoy ocupada

—No te quitare mucho tiempo

—Tch…bueno pero que sea rápido.

—Vamos al parque de aquí —le indico la dirección con su dedo índice.

—Ash..está bien —dijo sin muchas ganas, por suerte venia de trabajar y tenía ropa, bien abrigada.

 

La canadiense le aviso sus padres teniendo el permiso de estos salir un rato, igual ellos ya sabían de su “cita” con Gabo, mientras la rubia cerraba la puerta, German revisaba sus “líneas” que le había escrito Yuya para hablar con Grey.

 

—Bueno, vamos —le indico a la rubia de baja estatura y lo siguió caminado aun lado de el— Escucha, sé que lo que te dije anteriormente fue grosero, mil disculpas, quería aclarar que quiero ser tu amigo.

—Eso ya lo sé —lo miro de reojo seria.

—Sintiéndose intimidado por la mirada fija de la chica desvió la suya un poco y continuo— Mira, como soy tu amigo, tengo que ser sincero y contarte algunas “cosas” que tal vez te hagan molestar pero es necesario.

—¿Cosas?

—Si  —serio, llegaron al parque y se sentaron en un banquito—Mira —saco su celular y le mostro una foto de Yuya y Gabo abrazados— Como te dije antes, ellos son novio y hace poco este wey se peleó con Yuya, por eso intenta sacarte a salir para darle celos a Mariand.

—<>

—No soy muy cercano a Werever pero de Yuya si, estoy seguro que en este momento están hablando después de un tiempo.

—Tch —chasqueo con su lengua y se cruzó de brazos indignada >>No voy a ser su marioneta para que me use como quiera<< — German —lo llamo.

—¿Si?

—¿Me acompañas a comprar un video juego?, la tienda de “Game planet” esta cercas.

—Claro—le sonrió con satisfacción el plan estaba funcionando y se encaminaron al lugar, miro la hora por su celular; las 6:00pm.

 

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En la casa de Mariand Castrejon alias Yuya, la castaña se encontraba comiendo una manzana y mientras leía el libro de “Bajo la misma estrella” recostada en un sillón, su hermano ahora no estaba, el timbre de la enorme casa sonó y la joven aperlada se puso de pie dejando a un lado el libro azul y la manzana, encaminándose ahora a la puerta de entrada, al girar la perilla y abrir, se encontró con Gabriel que no lucia muy feliz, la castaña al verlo sonrió ampliamente y lo abrazo.

 

—¡Gabo, hola! —grito con su voz chillona y lo abrazo tan fuerte que casi lo estrangulaba.

—A-ah, Hola —correspondiendo un poco y sin ganas hizo una mueca.

—¡Que chulo, que hallas venido ¿quieres salir a comer?! —se separó de él y lo miro sonriendo.

—Mariand.

—¡Dime Yuyita! —paso su mano por su mejilla acariciándola un poco y le guiño un ojo.

—Aparto la mano de la chica sutilmente y la miro serio— Yuya.

—¿Qué?

—Tengo que hablar contigo.

—¿Sobre qué? —Fingió preocupación— ¿Te pasa algo?

—Algo así… mira —cerro la puerta y la guio a la sala principal, estando de pie, frente a frente el moreno trago saliva y se propuso a hablar— Desde hace tiempo, como unos dos o tres meses atrás conocí por casualidad…a una mujer, hermosa, tan misteriosa, Friki, incorregible —miraba por los lados y movía exageradamente las mano scon un rostro de asombro— Que cuyos ojos lucen tristes y a la vez brillantes, que no puedes dejar de verlos y.. B-bueno el caso es, que desde ese día me intereso mucho conocerla más a fondo y —interrumpido.

—¿Estás hablando de Grey verdad? —alzo una de sus gruesas y pobladas cejas con altanería.

—S-si

—Ja, lo sabía —desvió la mirada ahora molesta— Gabriel quiero que seas sincero conmigo, Acaso….realmente ¿te gusta?

—El joven Youtuber cerro los parpados por unos segundos recordando a la rubia, su corazón empezó a latir con rapidez como una bomba de tiempo, no sabía si era por nervios o sus sentimientos encontrados por fin hacia la canadiense— Yo.. —pronuncio con voz temblorosa, le costaba ver a la chica aperlada a los ojos, Suspiro— Si y mucho, demasiado.

—¿Qué tiene esa pordiosera friki, que no tenga yo? —cuestiono indignada.

—Mariand, ese no es el caso, no te estoy comparando con ella, solo quiero decirte que, no creo que debamos estar más juntos —ahora la miraba pero muy serio.

—¿Qué?

—Eso, era lo que quería decirte.

—¿Estás hablando enserio? ¡Acabamos de hacernos novios! —se tocó un poco el cabello,algo enojada para desquitarse con algo.

—Lose, pero créeme que ni yo mismo me entiendo, tú me gustabas, pero…no sé qué paso y es que ella, llego como una lluvia en pleno verano.

—¿Qué? ¡Déjate de tonterías, no me vas a abandonar…—empezó a gritarle— Yo te quiero!

—Mariand —la tomo de los hombros—No sabes cuánto lo siento, pero solo estoy obedeciendo lo que estoy sintiendo ahora.

—¿Eh?

—Lo lamento, eres…una persona....amm,eres bonita, encontraras a alguien más, adiós—la soltó y se encamino hacia la puerta pasándola de lado.

—¡No! —grito y lo jalo con todas sus fuerzas, jalándolo de la camiseta lo beso.

—Abrió los ojos sorprendido para luego apartarla—Basta, estoy hablando enserio.

—P-pero..

—No me hagas esto más difícil —se limpió los labios con la manga de su suéter, además de que le había dejado labial rosa y se retiró cerrando la puerta de un golpe.

—Ja —apenas pronuncio y se dejó caer de arrodillas en el suelo, derramando lagrimas —N-no..no dejare esto así, me haz lastimado Gabriel Montiel, yo te regresare el doble. —Anuncio entrecortada y se acercó a un pequeño mueble de madera fina, sacando una cámara pequeña escondida—¿Qué es lo que más te dolerá? Eso es fácil...perder a Grey Martin.

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En el parque cercas de la casa de a canadiense, caminaban los ahora amigos reconciliados, German la veía de reojo algo convencido de que definitivamente no iba a ver a Gabriel, parecía muy molesta con todo lo que le ha contado de la “relación” del moreno y la chica que él quería, ya eran las 5:55 pm ,casi era  la hora en la que habían acordado para la cita, en la parada de autobús de la dirección que le dejo el chico, Grey aun guardaba el papel en la bolsa del pantalón, pero le restó importancia, ya no checaba la hora

 

—¡Ah! —German tenía que hacer más tiempo—Mira, una tienda de comics —le dijo señalando con su dedo índice, ya estaban muy alejados de la casa de la rubia.

—¿Oh, sí pero no tengo dinero.

—Yo te picho uno.

—Veré si venden Mangas —lo miro algo convencida y se adentró a la tienda mientras que el joven de piel blanca la siguió por detrás.

Ya estaba nublándose, estos días iba a ver mucha lluvia, por lo que la gente que salía de las tiendas a la calle, preparaban sus paraguas, listos para recibirla, pocos segundos después empezaron a caer las primeras gotas y luego estas se hicieron más espesas, hasta que las calles, el suelo se humedecieron todas, la lluvia venia fuerte dentro del pequeño local, donde vendían comics, la rubia se concentraba en buscar  algo de su interés, además para despejar un poco sus pensamientos, el chico alto que la acompañaba también veía alrededor mas no le interesaba mucho lo que se vendía, el cajero de aproximadamente quince años lo reconoció algo impresionado

 

—¡Oh, eres Hola soy German! —sonrió.

—Ah, sí es un placer —se acercó sonriendo.

—Es raro verte por aquí ¿me puedo tomar una foto contigo?

—Claro —acepto y se acercó a lo joven con su celular, mirando a la cámara.

—La rubia solo vio de reojo, sin prestarle importancia continuo  viendo los comics.

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Por otro lado Gabo había regresado al departamento solo para cambiarse de nuevo, peinarse bien, se roció un poco de colonia, llevo lo esencial  y se marchó, miro su reloj; las 6:20pm,con solo un suéter y un chaqueta no muy cubriente pues no esperaba que iba a estar tan frio, salió del departamento cerrando la puerta y miro al cielo color gris, estaba lloviendo, cosa que él no se esperaba, ¿podía regresarse por algo más cubriente y un paraguas? No, era ya muy tarde, posiblemente la chica ya lo esté esperando ahí de pie con los brazos cruzados molesta, dejando a un lado su persona, su salud, ya que hacer esperar a una dama no era de caballeros y llegar a su cita era mucho más importante, demasiado importante porque era una cita con la mujer que le ha robado sus sueños y los pensamientos.

Al llegar a la parada solo se encontraba una pareja de adultos esperando el autobús pero nada más, obvio ¿Quién iba a salir con esta fuerte lluvia y aparte frio?, el joven tenía pensado pedir un taxi cuando la rubia llegase, que por suerte el llego primero, con  una chaqueta color azul marino, se colocó la capucha encima de su cabeza para cubrirse, el techo arriba de él no le era suficiente puesto que el viento hacia que las frías gotas transparentes se movieran en diferentes direcciones, se quedó de pie, viendo hacia los lados, sin señal de la canadiense, se dispuso a esperar>>Estoy seguro que viene en camino<< pensó.

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Mientras en la tienda de Comics,Grey se decidió por comprar uno de The walking Dead y por suerte se encontró también Mangas, eligió uno de Naruto y otro de Shingeki no kyojin, mientras German pagaba las revistas, Grey miro su celular negro y ya eran las 6:40pm,se “supone” que ya debería estar en la parada de autobús desde hace rato, pero ¿realmente le importaba? Según ella no ¿entonces que hacia viendo la hora? Bajo la mirada pensativa y se mordía una uña, ya había pasado más de media hora, un par de señoras con sus hijos, detrás de ella hablaban entre ellas pero la chica las podía escuchar.

 

—Vaya —dijo una de las adultas— Esta lluvia está bien fea ¿no lo cree comadre?

—Sí, lo bueno que traemos paraguas y tengo a mi niño bien abrigado, cualquiera que estuviera a fuera por mucho tiempo pescaría un resfriado.

—Soltó una risa la mujer que la acompañaba sosteniendo su bolsa— Por favor comadre, es Domingo, nadie sería tan tonto como para durar tanto tiempo afuera.

 

Eso fue todo, ella no pudo evitar pensar en Gabriel ¿Realmente estaría todavía esperándola? A pesar de la tormenta que había afuera, no lo sabía, ¿Qué debía hacer? Se dejó llevar por primera vez, por sus impulsos, se giró a ver a German.

 

—¡Lo siento, tengo que irme!

—¿Qué? —pronuncio confundido ya con la bolsa en las manos llena de comics.

—¡Me tengo que ir, deje…deje a mi perro a fuera en la lluvia!  —se despidió, y salió de la tienda corriendo a toda prisa.

—¡Espera! —German salió de la tienda, volteo hacia los lados, la perdió de vista— ¡Mierda!.

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La rubia corría por las calles empapadas de agua, ella también se estaba mojando, saco de su morral la chaqueta negra que el moreno le había dejado en su casa, la estaba usando contra el agua, colocándola arriba de su cabeza, sus botas negras con agujetas pisaban charcos de agua estancada, que por cada paso que daba esta salpicaba, tomo un auto bus para ir a la dirección que Gabo le había entregado, del lugar acordado, más la hora ya no era la misma, sentada en uno de los asientos del camión semivacío, checo por fin la hora; 7:49pm y contando, ¿Cuánto tiempo ha pasado? Estaba corriendo muy rápido, puso sus ojos en blanco  y frunció el ceño viendo hacia la ventana y pensó >>No puede estar ahí, seguro ya se fue<<,golpeaba con prisa un poco el suelo del transporte con desesperación, al llegar por fin, bajo del camión de un salto, y de nuevo corrió en dirección a la parada, la lluvia poco a poco se estaba deteniendo, adentrándose a la colonia privada donde Vivian los del Crew, miro de nuevo la hora sacando su celular; 8:00pm,maldijo y se acercó a la dichosa banquilla con techo, ya no estaba la pareja de adultos y tampoco se le veía a Gabriel.

 

—Lo sabía —exclamo.

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