martes, 8 de diciembre de 2015

Capitulo 14: Entrometida.


 
 

 
 

Mariand Castrejón, la Youtuber mujer más importante y famosa de todo latino américa, se encontraba en su habitación sentada en un escritorio, al parecer ahora  vivía en una casa propia, sola, manteniéndose de lo que gana en youtube, que por cierto ganaba bien, la castaña con voz similar a una ardilla, revisaba en su laptop, su canal de videos, notando que su número de suscriptores había aumentado ,llegando a los 7 millones, pero era poco, lo era para Mariand, quería más, su gran ambición era fuerte, leyendo comentarios en sus videos recientemente, como estos :”¿En verdad sales con Werevertumorro?”,  “ella es muy guapa para el”,  “Yuya ya dinos si estas saliendo con el werever, queremos saber”,  “Si, si andan, revisen sus  redes sociales, Yuya siempre sube fotos en Instagram y en su twitter de ellos dos”, ”Ya me hice tu fan Yuya, ¡haces linda pareja con él, yuyaxWerever forever!”.

Así miles y miles de comentarios igual a estos, se presentaban  en la caja de comentarios de cada uno de sus más recientes videos, los fans estaban de su lado, una pequeña risa maléfica se asomó en sus labios, alzando sus espesas y prominentes cejas, feliz, pero no satisfecha.


 

—>>Por ahora todo va bien, espero y esa gata callejera no se interfiera con mis objetivos<< pensó para darle un pequeño trago a su bebida de frutas y sin dejar de ver la pantalla de su enorme computadora,  continuo pensando >>Por otro lado, esta Gabriel, creo que él tiene la culpa mayor de mis molestias, no deja de encontrarse con Grey, pero no puedo pelearme seriamente con él, necesito que parezca que sigue siendo mi novio<< Se tocó la barbilla pensativa >>Mmm veamos, si hoy siguiéramos siendo “realmente” novios cumpliríamos 8 meses,….¡oh eso es! Le hare un pequeño detalle por nuestro…emm, aniversario, eso y con mis inevitables encantos, hare que sea de nuevo mi novio, eso facilitaría las cosas, si es un gran plan, eres muy lista Mariand, recuerda que nunca debe sospechar nada malo de ti<< pensaba en sus adentros y elogiándose sola, rio un poco.


 


En eso el timbre de la puerta de entrada sonó tres veces seguidas, Mariand se puso de pie y bajo de las escaleras en dirección a abrir la puerta sabiendo ya de quien se trataba.


— ¡Quiubo! (saludo) —el pelinegro alzo su mano alegre muy similar cuando empieza sus videos.


—Pasa —dijo algo seria sin quitarle la mirada a German.

 
—Gracias preciosa. —Le sonrió y se adentró en paso tranquilo—Vaya, así que era enserio que ibas a vivir sola ¿no? —se giró a verla.


—Si, además mi hermano no dejaba de interferir con mis planes.


—Ya sabes que yo estoy de tu lado.


—Eso lo sé.

 
—Te tengo información que podría interesarte —se sentó en un sofá azul sin dejar de verla.


—¿Qué es? —se acercó, poniendo sus manos atrás y lo observaba de pie.

 
—Primero, ¿Saldrás con migo a una cita?

 

—Ah —volteo sus ojos— Si, si lo que quieras solo dímelo.


—Tranquila —dijo divertido— Bueno, fui a casa de Grey, platique un rato con su madre y me dijo que ella siempre ha querido publicar un libro


—¿Qué, un libro? —abrió sus grandes ojos marrones como plato.


—Sí y también, hace una hora, como a las 9:00pm, me había dejado un mensaje


—Léemelo —le ordeno.

 

—Claro —saco su celular y buscando entre los mensajes enviados lo encontró y comenzó a leerlo— German, wey, no creerás esto, mi padre logro convencer a la editorial planeta que le den una oportunidad a una novela mía, que chido ¿no? ¡Mierda! Mañana iré temprano a ver si la aceptan, así que ya me voy a dormir, luego te cuento como me fue, y deséame suerte no seas puto .l. “ .


 

—Ash.. —Pronuncio con desagrado Yuya— Ese mensaje tiene todo el sello de la gata callejera.


 
—Si este…—guardo su celular— ¿Cómo ves?


—Desvió la mirada—Así que esa gata callejera ira mañana, a la editorial grupo planeta —soltó una pequeña risa— Bien, iré yo también, pero la que saldrá con el contrato seré yo —se apuntó sola— Además de arrebatarle a ella esa meta que tiene, le demostrare a Gabriel que cualquiera puede escribir, no es la gran cosa lo que ella hace—se cubrió la boca sin parar de reír, se incorporó y se giró a ver a German— Seguro mañana temprano saldrá a esa cita, necesito que la distraigas, para que llegue tarde.


—Ah, c-claro, ¿iras tú también?



—Sí, descuida, su libro nunca será publicado, por cierto, gracias por esa información, ya puedes irte.



—Bueno, pero —aplicando énfasis se puso de pie— ¿Y mi beso?


—Se acercó a él y besándolo en los labios por unos segundos se alejó, mirándolo satisfecha—Luego veremos en donde tendremos la cita, pero mañana no, por qué estaré ocupada.



—De acuerdo —dijo restándole importancia, mirándola embelesado y después retirándose de la casa de la Youtuber en su auto.


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En el departamento del Crew, ya eran las 12:00pm,de noche,iniciando el mes de Septiembre, raramente había muchas lluvias en estas semanas, siendo ya tarde la lluvia no dejaba de caer en la ciudad de México, todos los integrantes del grupo, se encontraban dormidos, puesto que mañana estarían todos ocupados desde temprano como de costumbre, cada uno en sus habitaciones individuales, excepto Gabriel, quien recostado en su cama, no podía dormir de nuevo, miraba la ventana cerrada con las cortinas abiertas, siendo iluminado por la tenue luz de la luna, viendo el millar de gotas cristalinas deslizándose por la ventana, creando líneas delgadas de agua en diferentes direcciones, soltando un pesado suspiro pensaba.


 

 

—>>Espero y esta vez le demuestre a Grey que realmente..<< Saco de su bolsillo del pantalón la pequeña nota que le había dejado la rubia cuando llegaron de su “cita” y él estaba dormido >>Que la quiero..y mucho, quiero verla sonreír<<.


 



Cerrando sus ojos con la nota puesta sobre su pecho, escuchaba la lluvia caer, tanto silencio, le era bueno para pensar, estudiar y analizar a Grey en todos los aspectos, para cualquier persona que la conociera fácilmente se darían cuenta, de lo complicada que es.


 

—>>Siempre dice que yo no le importo, pero esa vez ¿Por qué curo mis heridas? Si realmente no le hubiera importado, pudo haberse ido y ya, pero no, además, la nota, ¿Por qué le importaba tanto que supiera, que sutilmente estaba agradecida conmigo? Nunca me ha dicho la palabra: Gracias, pero me lo ha demostrado de otras maneras, creo que hasta en eso, ella es muy especial<<.


 
Abrió de nuevo sus pequeños ojos marrones, guardando el trozo de papel bajo su almohada y de nuevo trato de recuperar el sueño, estaba decidido de que mañana ira a su casa, a verla de nuevo, quiere ver su rostro sonriente por hacer su “sueño” realidad.


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Era otro día, ya había amanecido ,el sol se asomó en el DF, sus rayos entraron por una ventana de cortinas negras, trayendo luz a ese cuarto repleto de figuras, peluches de anime, posters etc..,si, era el cuarto de Grey, quien recostada en posición fetal, quiso abrir su ojos pero no lo consiguió, le molestaba la luz pero eso no era suficiente para que despertara, de nuevo dormía, hasta que su alarma del celular se encendió, sonando la canción: “Alumina” del grupo japonés Nightmare, el celular además de que sonaba vibraba aun lado de ella, la joven al fin abrió sus ojos y algo molesta apago la alarma, bostezando y saliendo de su cama en pijama.


 

—Ah, pinche despertador, estaba bien dormida —se frotaba un ojo con una mano y con la otra sostenía su celular, mirando la hora: 5:40 am—¡¿Qué?, mierda ya es tarde! —grito algo asustada y corrió a vestirse, ni siquiera tuvo tiempo de bañarse, ni de maquillarse bien, su delineador estaba más descuidado de lo normal.


 


Bajo de las escaleras rápidamente y tomo un paquete de galletas guardándola en su mochila repleta de Pins, junto con su carpeta morada, las llaves de la casa, una navaja, un gas lacrimógeno, libreta, pluma y su celular, guardando todo en la mesa de la cocina donde su madre hacia el almuerzo para su esposo.




—Grey.. —la llamo tranquilamente.

 

—Ignorando su llamado continuo guardando todo, revisaba una y otra vez su novela ya imprimida y engargolada— A ver, inicio, desarrollo..ah —leyendo las hojas hablaba en un tono inaudible— Nudo y desenlace, si está bien —no paraba de revisarlo y releerlo.



—Hija.. —de nuevo la llamo algo molesta su madre, pero no se movía de  su lugar.
 

—¿Qué hora es? —saco su celular viendo la hora: 6:10 am—¡Mierda! —grito molesta y cargo su mochila en uno de sus hombros.


 
—¡Grey Martin! —le grito ya muy enojada su madre y se acercó a ella cruzándose de brazos.



—¿Qué?

 

—¿Cómo que, qué? Te estoy llamando y no me haces caso niña.


 

—Desvió la mirada—L-lo siento Madre—se trabo un poco—Pero ya tengo que irme —camino a la puerta de salida.



—¿No vas a almorzar?—le cuestiono siguiéndola por detrás.



—No hay tiempo, ya se me hace tarde, luego regreso ¿si?.



—Bueno, cuídate y no llegues tarde —le ordeno frunciendo el ceño.



—Si adiós —abrió la puerta de salida.

 


—¡Hija! —Le grito su padre llegando corriendo, al parecer apenas había bajado— ¿Ya te vas?



—¡Si, se me hizo tarde pero igual gracias Pa por la cita! —hizo una pequeña reverencia, no podía ser más Freak.



—¡Grey pero si de la idea fue..! —lo interrumpió.

 

—¡Ya me voy! —cerro la puerta.

 

—¡Ash, esta niña, terca! —se quejó el Sr.Martin dirigiéndose a la cocina, nunca lo deja terminar de decirle de quien fue originalmente la idea y quien arreglo realmente su cita con esa editorial.

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Corriendo por el parque, se encaminaba a la parada de auto bus, cuando sintió que alguien la tomo del brazo.



—¡Agh, me lleva la chingada ,¿qué quieres!? —se giró la rubia y era German—Ah, eres tú, ¿Qué quieres? ya me voy a..



—Lo sé, tu…em tu padre me dijo, ayer que vine a tu casa —mintió.


 
—¿Ah, sí?

—Sí y solo quiero desearte suerte.



—Se incorporó y le dio un pequeño golpe en su hombro—Ya te habías tardado.



—>>Maldita perra abusadora<< se tocaba el hombro—De nada y también quería decirte..amm —>>Piensa German, piensa en algo..¡lo que sea! Para distraerla como me dijo mi amor<<— Ah…y-yo..


—Mirando su celular— Ya tengo que irme —se giró para retirarse.


—>>Vamos di algo<



—¡Adiós! —se despidió y empezó a correr.


—¡Grey, me gustas! —grito fuerte, luego se tapó la boca y cubriéndose el rostro, miraba hacia los lados a ver si no había gente cercas, por suerte no, ya que era temprano.


—Ese grito fue suficiente para que la canadiense se detuviera y se girara verlo desde cierta distancia confundida se acercó poco a poco— ¡¿Q-que dijiste?!


—P-pues, lo que escuchaste —dijo y no sabía a donde mirar >>¿Pero que dije? Soy un Amermeláo (imbécil)<<.



—A ti te gusta cejotas ¿no? ¡Deja de jugar! —frunció el ceño.


—No, lo digo enserio —le tomo la mano—Me gustas.


—¿Desde cuándo?

 

—¿S-siempre? —tartamudeo.


—No dijo nada solo lo miro algo sorprendida.
 

—Y quiero saber si…¿quieres ser mi novia?
 

—¿Q-que mierd..? n-no..


—¿No?


—N-no d-digo no sé, esto es muy repentino y se me hace tarde, te, te responderé después —se soltó de su agarre y salió corriendo.



—Sin detenerla, vio cómo se retiraba y toco su frente >>Bien hecho German, que asombrosa idea se te ocurrió, ¿ahora qué le diré a Yuya? Tendré que continuar con esta mentira<<.


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Tomo un autobús, algo desesperada, sentándose en los asientos de atrás, al rincón para ver desde la ventana al exterior, ya había parado de llover, ansiaba por llegar a tiempo.

Mientras que Yuya también iba encamino a la misma editorial, pero iba en su auto siendo conducido por su hermano Sergio, sin borrar una maliciosa sonrisa, llego, exactamente a las 7:00am, bajando sola, cargando una bolsa negra de Chanel con cadena dorada, vestida formalmente y su oscuro cabello,  recogido, impecable, maquillada perfectamente, sus dedos repletos de anillos de oro, sus zapatillas con tacón resonaban al dar paso tras paso, entrando a la editorial, la atendió una secretaria alta y delgada.


—Buenos días señorita, ¿Qué busca?

 

—Ah, vengo para la cita programada a la 7:00am en las oficinas de edición, sobre la publicación de un libro.


 
—Claro, pase le indicare donde es.



—Mariand siguió a la trabajadora desde atrás con una sonrisa maliciosa, queriéndose reír.
 
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La rubia veía la hora de nuevo:  7:39am,pero que mala suerte tenia o era curioso que siempre se le hacía tarde en lo que fuera, bajo del autobús y corrió en dirección a la dichosa empresa, viendo un edificio grande decorado con espejos rectangulares, arriba se podía leer el nombre y su logotipo, sin duda era ahí, entro apenas, caminando ya despacio, algo cansada de no parar de corres seis cuadras hasta ahí, algo sudada, su cabello hecho un desastre, su maquillaje ni hablar, la carpeta más cuidada que su persona, sus botas con agujetas llenas de lodo, con su respiración agitada miraba hacia los lados, no sabía a donde ir, se acercó a lo que parecía ser la recepción, un hombre y una mujer atendían, se asomó un poco y se paró de puntas ya que no alcanzaba a ver bien, la mujer estaba de espaldas.


 


—Hola —Saludo la canadiense, tratando de ser amable.

 

—Buenos días señ-..¡ah! —grito asustada al ver a la joven tan palida, su cabello y sus ojos con el delineador escurrido, parecía un fantasma—P-perdón, me asusto pero..



—¿Y cómo no? —Hablo su compañero—Si parece bruj.. —fue interrumpido por su compañera al recibir un codazo.



—I-ignórelo Señorita, eh, ¿Qué se le ofrece?.



—Vengo a una especie de entrevista para publicar un libro aquí.



—Oh, bueno ¿sabes a qué hora te tocaba pequeña?.

 

—¿Pequeña?.


—Sí, una pregunta ¿eres menor de edad?.



—No, tengo 22 años señora —dijo fulminándola con la mirada.

 

—Ah, bueno  a un eres joven.



—Mi entrevista era a las 7:00am.


—Revisaba unos papeles— Ah, sí p-pero lo siento creo que ese horario ya está ocupado por alguien mas

 

—¿Q-que, por quién? —golpeo con sus manos, el gran mueble de recepción enojada.



—Aquí dice Mariand Castrejón.

 


—Tch, maldita —mascullo, raspando sus dientes en un tono muy bajo—¡Dame eso! — le arrebato los papeles a la recepcionista y corrió subiendo al elevador.


 
—¡Hey no puedes hacer eso niña! Le grito sin moverse de su asiento—Hugo —le hablo a su compañero quien comía una hamburguesa despreocupado— Llama seguridad.



—Ah, sí , si —obedeció sin dejar de comer.

 
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Grey leyó el número y nombre de oficina, llegando a el, enojada abrió la puerta de una patada, molesta, la castaña se encontraba ya firmando unos papeles con los encargados de la editorial.


 

—¡Tu! — la apunto desde su distancia.

 

—Ah , Grey ya llegaste. —dijo sin dejar de firmar, con solo escuchar ese golpe de puerta y grito sabía que era ella.


—¿Cómo supiste de esto, quien te lo dijo?


—Gabriel —mintió y se detuvo a verla divertida.

 

—¿E-eh? N-no, no es verdad —bajo su mano y desvió la mirada— Él no lo haría.



—Rio a carcajadas—¿De veras lo crees? No seas ingenua, de hecho él me recomendó que viniera a presentar mi idea, aceptaron por supuesto, si no hubiera sido por él, no estaría aquí.

 

—¿Qué ocurre? —interrumpió un encargado.



—No es nada importante —le contesto Yuya sonriendo— Ya termine de firmar —le entrego los papeles y se puso de pie a ver a la canadiense— Grey, solo quiero decirte que llegaste tarde y yo seré la que publique mi libro.



—¿E-eh? —abrió sus ojos como plato.


 


—¡Si! —contesto el “corrector te textos” o el principal licenciado en literatura, en traje— Se llamara “Los secretos de Yuya” y el tema principal de Belleza y cosméticos.



—¿Secretos, que secretos “interesantes” puede guardar esta pendeja? ¿Belleza y maquillaje? Que superficial —Cuestiono agresivamente, sin dejar de ver a la morena—¿Crees que puedes escribir un libro solo porque si? ni si quiera sabes que significa Escribir —aplico énfasis molesta.



—¿Y? Yo publicare un libro, soy famosa, tengo dinero, y tu…pues —la miro de pies a cabeza con desagrado y pena— Das lastima, señores —se giró a ver a los trabajadores— Muchas gracias, me retiro, después hablaremos de la fecha de impresión y publicación —todos asintieron con la cabeza y un gerente se acercó a la rubia.


 

—Lo lamentamos señorita Grey, pero usted llego tarde a la entrevista y llego esta muchacha que al parecer es popular en Youtube, queremos exprimir sus capacidades y aprovechar su influencia, así que le pedimos guarde la calma y se retire —le indico la salida.



—Si ya vete —le indico con la mano la castaña haciendo el: “Shu , Shu”  como espantando un animal.



—¡Ah pero que mierda! —grito furiosa e impulsivamente golpeo en modo karate nivel experto, justo en el centro, una mesa de madera no muy gruesa, que era donde estaba un teléfono donde llamaban a recepción, partiéndolo a la mitad.



—¡Oh! —gritaron algunos trabajadores alejándose  y los editores se molestaron.


 

—¡Mariand…. —grito y se acercó a la castaña a punto de golpearla, dijo—Puedes agarrar tu puto libro de mierda y metértelo por el…!


 


—¡Ya llego seguridad ¡ — grito un trabajador y abrieron la puerta para dejarlos pasar.


 


—Los guardias tomaron a Grey de los brazos y pies dejándola inmóvil.


 


—¡Suéltenme idiotas! —grito y gruño sacudiéndose.


 


—Tendrá que pagar el daño de la mesa —dijo un encargado.


 


—Yo lo hare —dijo Yuya viéndola con altanería y a punto de irse—Es lo menos que puedo hacer por ella, mírenla, pobrecita —la miro con lastima y fingió amabilidad.


 


—Maldita perra —mascullo la rubia— ¡No siempre vas a tener a gente que te cuide, un día de estos te mandare al hospital! —siguió gritando maldiciones y los guardias la llevaron a la salida principal, la aventaron al suelo pero la rubia con sus manos amortiguo la caída, fue como cuando sacan a un gato de una tienda y este cae de pie.




Estaba cansada, hambrienta, se sentía sucia, quería de una vez bañarse y para el colmo estaba siendo más frio, al parecer de nuevo iba a llover, era obvio que nunca aceptarían de nuevo, nada de ella en esa empresa, ella sola se encargó de quemarse ,a veces se arrepentía de ser un carácter tan explosivo,  se encontraba sentada en una banca  con su mochila arriba de sus piernas, mirando al infinito, después de esto no podría volver a soñar en nada, se sentía tan pésimo, la vida se ha encargado de poner tantos obstáculos, que ni los más arduos entrenamientos que ha tenido en su vida, podría superar estas cosas, sentía un nudo en su garganta y lágrimas reposadas en sus ojos que jamás saldrían, paso su muñeca en sus parpados limpiándose con una manga para ya no ver cristalino todo, alzo su mirada al cielo tornado de gris, con nubes más oscuras, escuchándose los primeros truenos anunciando la lluvia, se sintió tan impotente en esos momentos ahí adentro.


 


—Soñar es una mierda —dijo suspirando profundamente.


 

Pasaron los minutos y se encamino a la parada de autobús, comiendo el paquete de galletas que se había llevado, iría a comer a algún lugar, si pudiera , ya que como siempre, no tiene dinero más que para el pasaje, más tarde pago su boleto subiendo al transporte sentándose en un asiento cercas de una venta, viendo afuera,>>¿Gabo, fuiste capaz de hacer esto?, no te culpo, quien sabe tal vez me lo merezco, o tal vez no, si no es así ¿Por qué no me llamas y me preguntas como me fue? Si fue así ¿Estas esperando a que llegue a casa y vengas a decírmelo en mi cara o a burlarte de mí? eres..extraño<<.

 
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1 comentario:

  1. Me desespera lo tonta que es Yuya, y lo dulce que es Gabo jajaja estuvo bien el capitulo aunque pobre de Grey como le jode la cejona. :/

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