domingo, 7 de febrero de 2016

Capitulo 17: Inexperta.

                                                                        



                       



German se dirigía de nuevo al departamento  de Yuya, tenía que hablar con ella y al fin contarle lo que hizo para hacer que la chica se detuviera un momento  y que llegara tarde a la entrevista en la editorial, llegando en su auto, lo estaciono, enfrente del edificio, se dispuso a entrar, caminando en los pasillos, hasta llegar a la puerta del departamento de la castaña, justo en el momento  en que iba a tocar, la puerta es abierta, se encara con Mariand ,quien sin fijarse choca en el pecho del pelinegro, al parecer iba de salida.

—¡Ah! —exclamo la chica morena sobándose la frente y mirando hacia arriba un poco sonrojada—G-german, no sabía que vendrías..
—Le sonrió— Hola, vine temprano porque necesito contarte algo que debí a verte  dicho antes.
—Mariand, se adentró a la habitación y le abrió el paso para que pasara— ¿Qué es? —cerro la puerta y se acercó a él de pie.
—Veras, cuando me pediste que distrajera a Grey por la entrevista.
—¿Si? —atenta.
—Yo, bueno, en un momento no supe quemas decirle, ya que estaba a punto de irse, así que le dije que me gustaba.
—¡¿Qué?!  —abrió sus grandes ojos marrones como plato y con la boca abierta.
—Solo asintió.
—¿Por qué le dijiste eso? —se acercó molesta y lo tomo de la camisa.
—P-pues porque, ya se iba y fue lo primero que se me ocurrió.
—lo soltó y desvió la mirada pensando— German..
—¿Si?
—Pensándolo bien no fue mala idea.
—¿A no? —confundido.
—No, porque de esa forma ella se confundirá, creerá que lo que dijiste fue cierto y tal vez se empiece a interesar en ti y se olvide de Gabo —sonrió amplia mente y lo miro.
—Ya veo, bueno pero quiero que sepas también, que tenías razón, sobre la actitud insoportable de Grey.
—¿Así?
—Sí, Cristhian hace unos días me contó por “Whatsapp” , que, justo el mismo día en que tú fuiste a la editorial por la entrevista para el libro, horas después él y todos los del Crew junto con Gabo fueron a cantarle mariachi a su casa, supuestamente para celebrar de que Grey iba a publicar un libro —se cruzó de brazos y negó con la cabeza— Pero ya que al final de cuentas ella llego tarde a la cita, fue un fracaso, se puso furiosa y les grito, golpeo a Gabo con un ramo de rosas que él le había dado y —frunció el ceño— Yo le dije que eso fue muy grosero de su parte y Cristhian estaba de acuerdo en que tu volvieras con Gabo, ya que esa güerita solo lo lastima.
—Rió a carcajadas la chica morena— ¡Claro, ¿ves? Yo tenía razón!
—Como siempre, pero…de verdad ¿tanto quieres separarlos y ser tú su novia?
—Esa gata callejera es una molestia, es agresiva, grosera, le gusta ver caricaturitas tontas y cosas de chinos, es muy rara, no es su tipo, yo soy la más indicada para él, todos nuestros fans están de acuerdo, me apoyan y nos quieren juntos como pareja, porque saben que hacemos una pareja perfecta.
—Pero….tu solo lo quieres por su fama y  para tener más suscriptor- —interrumpido.
—¡No, no es cierto, es porque lo quiero! —Dijo seguro, se cruzó de brazos viéndolo—Tienes que seguir saliendo con la gata y hacer todo lo que a ella le gusta, convéncela de que lo que le dijiste fue cierto.
—Bueno pero ¿tú qué harás?
—Mi trabajo es, alejar a Gabo de ella, tengo que hacerlo mío de nuevo, ya he fracasado varias veces pero no pienso rendirme, todo mundo tiene que seguir sabiendo que soy su novia.
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Por otro lado, en el departamento del Crew, Alex Montiel, hablaba con dos integrantes del grupo excepto el “líder”, sentados todos en la mesa principal, el Wero y Fede jugaban video juegos, Cristhian hablaba por teléfono con su novia Dany, mientras que Luis sentado en el sillón con la laptop sobre sus piernas, al parecer contestaba unos correos importantes, Isra y Félix platicaban con Alex de tonterías y esperaban que llegara Gabo.



—¿Neta ya es mañana güey? —hablo Isra algo sorprendido.
—¡Si güey, hay que organizarle algo rápido! —Comento Alex emocionado—¿Pero no se lo vayan a decir eh?
—Obvio no güey —dijo Félix sonriendo—¿Hacemos una fiesta o que, y nos traemos unas putas?
—Rió divertido Luis quien escuchaba desde su lugar— Apuesto a que lo de las putas le encantara a Cristhian.
—No, ¿Cómo creen? —Respondió Cristhian alejando un poco la bocina del teléfono  y mirándolos— Yo tengo novia.
—Si claro —dijo Luis con sarcasmo.
—¡Eso dice ahorita! —grito Fede y soltó una carcajada sin despegar su vista de la pantalla de la televisión de plasma.
—El Wero parecía algo distante, jugaba pero su rostro reflejaba seriedad.
—¿Qué tienes güey? —lo miro Fede por unos  segundos y de nuevo se concentró en la partida.
—Nada solo que…estoy preocupado por ellos —dijo en un tono sereno.
—¿Por quienes? —le cuestiono sin despegar su vista.
—Por Gabo y Grey, hace unos días ellos…
—Ah sí, ne esos dos les encanta el drama además, Grey ni lo quiere, ¿no viste como le hablaba siempre, como lo golpeo con el ramo que le regalo y lo tiro al suelo, después de que nos obligó a vestirnos de mariachis e ir a su casa a cantarle? Es una malagradecida güey.
—Pero por que el la hacía enojar, no sé, siento que tal vez Gabo tenía razón y Grey no sea tan mala como aparenta.
—¿Neta crees eso? —dio click en “pausa” con el control y se giró a verlo.
—Sí, es que, cuando lo trajo lastimado aquí por la pelea que tuvieron, ella misma curo sus heridas, vi que lo trataba con suma delicadeza, como si realmente estaba preocupada por su estado, pudimos a ver llamado una ambulancia pero decidió hacerlo ella misma y la última vez que estuvo aquí, me senté a hablar con ella y realmente vi que le preocupaba mucho Gabriel, en sus ojos vi reflejados su impotencia de ya no poder verlo, yo creo que lo ama, pero al mismo tiempo, en sus ojos vi, que no quería enamorarse. —dijo mirándolo serio.
—Puede que tengas razón pero ella ya no vino aquí, si quisiera verlo y lo quisiera como tú dices, vendría ¿no? Es puro cuento.
—Ella le había dicho que no quería verlo y él le aseguro que no volvería a “molestarla”.
—Pues muy su rollo, para mí la que si lo quiere es Yuya y que se sienta afortunado el güey, es muy bonita.
—Sí, lo es, pero no me da buena espina güey.
—Ah, ya wero que a ti no te agrade es otro pedo, ella siempre ha sido muy cariñosa y dulce con el chango de Werever, cosa que Grey nunca ha sido —se puso de pie retirándose e integrándose a la conversación de los demás.
—Lo vio irse y guardo silencio pensando >>Grey tú lo amas, lo sé, lo veo, pero  ¿Qué es lo que te detiene de estar con él....no será..tu orgullo?, sé que no querías sentir<<.
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Por otro lado, en la casa de la canadiense, su madre se encontraba pintando la pared que formaba parte de la puerta de entrada, arriba de unas escaleras, con una cubeta de pintura café a su disposición, Grey llegaba de la tienda por unas cosas que le había encargado su madre, esta vez no fue al gimnasio, su padre le dijo que se quedara con su madre y la ayudara en todo, la joven rubia, caminaba por la pequeña banqueta peatonal, pasando por las casas, cuando llego a la de sus vecinos, un niño de aproximadamente de 9 años sentado en el césped, jugaba con dos peluches de Pokemón: Squirtle y charizard, haciendo ruidos y fingiendo poderes, la rubia se acercó al niño y escucho por un momento lo que decía.


—¡Jaja, ya te tengo Squirtle,te acabare con mi chorro de agua! —grito divertido y movía los peluches de un lado hacia otro como si volaran.
—¡Hey Mario!  —lo llamo en tono firme la chica, al parecer ya lo conocía.
—¡Ah, la bruja! —grito asustado en tono de burla.

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 Adentro de la casa de su vecino, la madre del niño salió asomándose a la puerta de entrada viendo la escena >>Es la hija de los Srs.Martin, esa niña no me da buena espina, es agresiva, parece que su piel nunca ha tomado el sol y siempre se viste de colores tristes, parece muerta y sus ojos, me da miedo<< pensó mirando a la chica con desaprobación.
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—Grey rio una pizca y le dio como una pequeña bofetada en la cabeza al niño—Muy gracioso —frunció el ceño.

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—>>¿Qué le pasa, por qué le pega a mi hijo?<<
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—Mario, ni si quiera sabes a que juegas —continuo Grey cruzándose de brazos y viéndolo.
—Claro que si, Charizard va a derrotar a Squirtle con su poder de agua.
—¿Serás tonto? El elemento de Charizard es fuego, el de Squirtle es el de agua, y no solo eso —se acercó al niño, sentado en el césped, dejando las bolsas a un lado, sin importarle si su ropa se ensuciara, se sentó a su lado y lo miro —Squirtle en su segunda fase dispara cañones de agua muy potentes.
—¡¿Wow de verdad?! —le cuestiono el niño emocionado.
—Sí, pero Charizard, también es fuerte así que será una pelea difícil —tomo al “dragón” de peluche rojo e hizo un ruido como de fuego, lanzando el peluche de tortuga azul, aun lado— ¡Mira, le quemo la cola a Squartle!.
—Ah —vio el niño y se echó a reír.
—Grey solo sonrió una pizca y vio que la señora los veía con un rostro de confusión.
—>>Esta muchacha…es muy rara<< pensó la mujer adulta y se acercó— ¿Qué se supone que hacen?
—Ah, nada importante —contesto Grey poniéndose de pie >>Ash, uno ya no puede jugar con su Charizard a gusto porque llegan con sus cuestiones<<— Descuide ya me iba.
—Bueno, que tengas buen día.
—Si —solo asintió la canadiense, recogiendo las bolsas, se puso de pie y el niño le jalo la camiseta negra viéndola desde abajo.
—Hey, sabes mucho de pokemones, no lo sabía.. —le sonrió.
—Se detuvo un momento y lo miro—Sí, no pude evitar …
—Y tienes bonitos ojos, eres muy linda, eres perfecta —la miro con sus ojos brillando y rió— Tu mamá me dijo que sigues soltera, ¿podrías esperarme hasta que sea mayor de edad? Podría casarme contigo.
—¿Q-qué? —pregunto confundida y molesta la rubia>>¡Ash, mamá, ¿Por qué todos deben de saber sobre mi inactiva, vida amorosa?<<.
—¡Mario! —Su madre lo tomo del brazo y lo metió a la casa para luego mirar a la chica— N-no le hagas caso, a veces dice cosas incoherentes.
—Eh, descuide —la miro algo avergonzada.
—Por cierto —la mujer adulta se acercó a ella mirándola muy cercas.
—¿Si? —confundida.
—¿Son pupilentes? —apunto los ojos de la chica con su dedo índice, curiosa.
—>>¿Otra vez? La misma pregunta<< —No, Sra.Salazar, son mis ojos.
—Ah, bueno, gracias, tenía esa duda, son iguales a los de tu madre: Dafne.
—Sí, me lo han dicho desde preescolar —sonrió leve— Bueno, me retiro, adiós —se despidió sacudiendo su , mano un poco.
—Adios —la imito y la vio irse >>La juzgue mal, no es lo que aparenta<<.


Al llegar a su casa que estaba a un lado, hizo la comida, limpio la sala principal y se retiró a su habitación, recostándose en su cama, saco su laptop gris, prendiéndola y viendo las notificaciones de su Twitter, mensajes de chicos interesados en salir con ella, los menospreciaba puesto que ella  sabía que solo querían acostarse con ella, solo les respondía con mensajes como: “Vete a la mierda”, “Primero muerta”, ”Vete con las putas” etc..,después de esto, los chicos la encontraban grosera y le dejaban de enviar mensajes, así era todos los días, ellos solo veían su físico, pero no les interesaba conocerla más a fondo, y los que lograba ver en persona, al ver su carácter, igual, se alejaban de ella, sentía en su corazón un hueco, nadie lo había podido llenar ese vació, pero ahora ese Youtuber comediante, llego a su vida y la cambio por completo, no quería admitirlo pero quería ver a Gabriel, quería verlo, pero sabía que no podía, al parecer por ahora solo podía hacer una cosa.
 Entro al canal de “Werevertumorro” y miro los más recientes video blogs, vio como en los videos Gabo se veía con energía y sonriendo, ¿Cómo era posible que ella al ver como se puso la última vez que lo vio, serio, triste, distante y frío, ahora paso a aparentar alegría, como podía fingir una sonrisa en la cámara cuando en realidad no se sentía así? Sentía que la causa de su dolor era ella, se sentía mal, ella se prometió no hacerle daño a nadie y lo está haciendo de nuevo >>Lo siento Gabo, si pudiera verte en persona de nuevo, trataría de decirte ,lo que estoy sintiendo pero, creo que no podría, en ese aspecto soy débil, soy inexperta en expresar lo que siento<< cerró su laptop y dejándola a un lado, se propuso a hacer otras cosas para despejar su mente, pero nada funcionaba, así que opto por salir, a comprar un libro claro, saliendo de la casa ya vestida y con permiso de su madre, camino por la calle de su desolada colonia pero que en algunos momentos se escuchaban gritos y peleas de lejos y a veces muy cercas, cuando sintió que alguien la seguía, con sus ojos vio una sombra detrás de ella, una mano logro tocar su hombro y la joven aparto la mano siendo brusca y tomo a la persona por el cuello apretándolo fuerte.





—¡¿Por qué me estas siguiendo hijo de P….?!—abrió sus ojos como plato, viendo su cara, era German.
—G-Grey.. —apenas dijo sintiéndose asfixiado.
—Frunció el ceño y lo soltó sin decir nada, desvió la mirada.
—Hola —dijo y tocio un poco tocando su cuello, respirando—¿Puedo hablar contigo?
—Voy a la biblioteca del centro y…
—¿Puedo ir contigo? —le tomo la mano.
—¡No, y no me toques! —se soltó de su agarre y se cruzó los brazos.
—>>¡Ah, pero que Paja (lata) con esta güerita! Pero,lo que sea por ti, Mariand<< Bueno, es que la vez que te fuiste, no termine de aclararte que, realmente me gustas.
—Soltó un suspiro— Ya te dije que no te creo güey.
—¡Es la verdad, créeme!
—Si es así entonces lame el suelo —con su dedo apunto el suelo pavimentado que estaba en sus pies.
—¿D-disculpa, bromeas verdad? —rio divertido.
—No, y si lo haces, te creeré.
—>>Lo que faltaba<< Suspiro— P-pero…
—Vamos, sé un buen “perro” —sonrió una pizca.
—¿Perro? —miro el suelo y se agacho un poco.
—>>Lo sabía, realmente quiere que le crea, esto, es lo mismo que le pedí que hiciera Gabriel, y lo hizo pero yo lo detuve, ¿será que él es igual a…Gabo? Creo que de verdad quiere que le crea<< pensó mientras lo veía.
—Estando de rodillas miro el suelo >>Lo siento Mariand pero no puedo hacerlo, no estoy enamorado de ella como para hacerlo, y es estúpido, aunque lo haría si fueras tú la que me lo pidiera.<< Se puso de pie y la miro serio— No lo haré.
—¿Qué?
—Si me gustas Grey —>>Si claro, yo mismo me engaño<<—Pero no voy a hacer esto, no soy un loco enamorado de ti, como para hacerlo.
—¿Enamorado? —lo miro con los ojos abiertos.
—Sí, solo alguien tan idiota y loco por ti lo haría, lo siento, es la verdad.
—Si —bajo la mirada—¿Solo alguien tan idiota y loco lo haría verdad? —sonrió una pisca y se abrazó a sí misma.
—¿Estas bien? —le pregunto, se veía muy pálida y sus ojos cristalinos.
—German >>Creo que el sí es un auténtico imbécil<<—Tú no me gustas, yo…mi mente está invadida por alguien, suficientes cosas tengo que pensar ya.
—>>Está hablando de Gabo, creo que llegue demasiado tarde Mariand, está enamorada de él, aunque no lo diga, se ve, en sus ojos<<—Entiendo—saco de su bolsillo trasero del pantalón un DVD del Anime Death Note con sus capítulos—Para ti. — se lo extiende frente a ella.
—¿Para mí? —lo vio tomándolo con sus pequeñas manos.
—Sí, sé que te gusto mucho ese anime, así que te lo regalo.
—¿Por qué, es un soborno para que salga contigo? —frunció el ceño.
—No seas mal pensada y desconfiada Grey —le sonrió leve—Solo es un pequeño detalle, Grey, no creas que te lo doy por algo a cambio.
—Bueno, si es así, lo aceptare. —relajo sus facciones y guardo el DVD en su bolsa negra.
—Sé que tu mente ahora esta confundida, te prometo que haré lo posible para que logres entender que realmente me gustas y bueno, por ahora sé que llevas prisa así que, espero y hablemos luego —se acercó y le acaricio el hombro rápido, sonriendo, para luego retirarse.
—Solo lo vio retirarse hasta perder lo de vista, soltó un suspiro pesado viendo la portada del DVD >>Necesito olvidar, es lo mejor, estoy segura que yo no soy la persona con la que él debe estar, yo no encajo en su vida ni el en la mía, sé que de ahora en adelante no volveré a encontrarme con él<<.
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En la casa de los Montiel, es decir la casa de su madre, la mujer adulta, haciendo la comida, puesto que sus hijos iban a visitarla, siempre le ha gustado recibirlos con mucho gusto, pero, estaba acompañada de Mariand, quien supuesta mente le ayudaba a cortar la carne, así es, quería ganarse a la “suegra”.





—Tiene una bonita casa Sra.Montiel —dijo la castaña viendo su alrededor y le sonrió.
—Ah, gracias linda —correspondió la sonrisa la mujer adulta quien seguía en la estufa revisando algo que se cocía.
—De nada, y ya quiero que sus hijos prueben esto —dijo y trataba de cortar un trozo de carne, pero no podía— Emm, disculpe, este cuchillo no tiene filo —se quejó.
—Ah —se acercó a ella—No  linda, solo que te falta hacerlo con un poco más de fuerza, mira —le arrebato el cuchillo y corto la carne en trozos pequeños— ¿Ves? Inténtalo pero con cuidado.
—Oh, e-eso es fácil — le quito el cuchillo y trato de cortar rápido la carne, se cortó un dedo—¡Ah, rayos! —se quejó del dolor, su grito chillan te, resonó en toda la cocina y sala.
—Te dije que lo hicieras con cuidado, espérame deja voy por una curita.
—Gracias —le sonrió apenas y después le dio la espalda >>Todo lo que tengo que hacer para que esta señora me acepte, ¿no pudo a ver encargado comida? Sería más fácil, que pasar por estas cosas innecesarias<< pensó viendo sus dedo índice sangrando.
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Llego al fin a la dichosa biblioteca, al parecer su favorita, empezó a hacer más frío, la rubia se cubrió un poco más, poniéndose  su gorra gris, guantes y bufanda, caminaba por los pasillos, viendo las pilas de libros, quería distraerse, quería quedarse ahí a leer un rato, o tal vez escribir ahí, siempre cargaba con su libreta y bolígrafo, almenas ahí adentro había tranquilidad a diferencia de  la colonia donde vivía.
Del otro lado de la biblioteca es decir la entrada principal, entraron Alex y Gabo Montiel, Alex le había pedido que lo acompañara, estando ambos, de pie en la puerta principal se adentraron un poco más ya que de afuera se sentía el aire frió, cuando alguien llevaba a abrir la puerta.





—Nos pueden reconocer —dijo Gabo a su hermano mayor quien parecía despreocupado.
—No, no lo creo y si es así, no hay problema ¿o sí?
—Alex, no estoy de humor para esas cosas, de hecho no quería salir hoy güey —lo miro serio.
—Ya le había dicho a nuestra Madre que iríamos a verla güey, no estés de sangrón, tu y yo sabemos que casi no la vemos y tu menos.
—Pues, si, tienes razón — lo vio de reojo—¿Venias aquí por algo verdad?
—Sí, mi esposa me encargo el cuento original de Pinocchio,  Peter pan y los tres cerditos, mi hijo los quiere, por eso vine a comprarlos.
—Bien —suelto un suspiro y desvió la mirada.
—¿Qué tienes güey? Hace días que estas bien raro, ¿paso algo?
—Nada.
—¿Cómo que nada? Mmm —se acercó a verlo cercas— Es una mujer ¿verdad?
—¿Qué? —le pregunto algo sorprendido.
—Me puedo dar cuenta, ¿Qué, Yuya te rompió el corazón de nuevo?
—No seas imbécil, no es por ella.
—Mariand siempre ha sido linda contigo, no sé por qué de repente cortaron, deberías de darle otra oportunidad.
—No lo creo carnal —se giró a verlo serio—Mariand,está en el pasado, lo que sí, es que tengo que hablar con ella, no he podido ya que los dos hemos estado ocupados.
—¿Hablar de qué? —Se acercó un poco mirándolo curioso.
—Yo, le prometí a “alguien” que hablaría con ella, para que, se deje de “juegos” con esa persona —desvió la mirada—Es, es un asunto, que no tiene importancia, ni te involucra.
—Bueno pero ¿sabes?  A nuestra madre le agrada mucho Mariand, por que digo, para que una chica guapa te haga caso, esta difícil —dijo y trato de no reírse— Tienes suerte, deberías de volver con Yuya, estoy seguro que se pondría muy feliz  y  los fans siguen pensando que a un andan ¿eh?.
—Sí, tienes razón, volver con ella sería muy fácil, pero —apretó sus manos— No puedo, alguien, supero lo que sentía por Mariand hace ya tiempo —se acercó más a su hermano mayor, casi hablándole al oído.
—¿Así y quién es? No me digas que…
—Sí, Grey Martin, y créeme que todo este tiempo he tratado de acercarme a ella, pero se aleja de mí, no quiere estar conmigo, lo mejor será, aunque me sea difícil, alejarme y dejarla en paz.
—¿Te rindes? —lo miro serio.
—No, solo…—bajo la mirada—Trate de comprender la y lo mejor será que me aleje, a pesar de que la sueño a diario, la veo en todas partes.
—Creo que alejarte será lo mejor.
—Intentare también olvidarla, aunque me resulte eso más difícil.
—Pues, bien, es tu decisión, pero por favor deja esa cara.
—Le sonrió leve el moreno— Ahora vuelvo güey, iré a ver libros en lo que avanza la fila.
—Bueno —sonrió y puso su mirada al frente.
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El Youtuber Mexicano, caminaba por los pasillos de la biblioteca, viendo con detalle la pila de libros, una y otra, cada paso que avanzaba, personas sentadas leyendo, tranquilidad , misterio, ¿Cómo es posible olvidar aquella mujer si en este lugar no está nada más que su esencia? No hacía más que recordarla una y otra vez, la primera vez que vino aquí fue por ella, pero esta segunda vez, Grey no está, ¿Tiene que superarla, por qué de todas sus ex novias y pretendientes, ella ha sido la más complicada de entender, la más problemática, con el carácter más fuerte, pero también la única, esplendida, maravillosa, increíble, bonita y con los ojos más hermosos que jamás ha visto en su joven vida? Si, sin duda esa era su debilidad; sus ojos, con una mirada lo enamoró perdidamente, ¿Cómo poder olvidar los ojos de esa chica tan extraña pero única? Parecía un reto.
Gabriel seguía caminado por los pasillos, llegando a ver unos libros que estaban sobre una mesa grande muy ordenados, sus oídos escucharon una queja, tipo chasquido, se giró de lado viendo a una chica, de baja estatura, tratando de alcanzar un libro de arriba, de las pilas de libros más altas, sin ver su rostro, sin conocerla, se dispuso a ayudarla, se acercó caminado tranquilamente subiendo un poco más la cremallera de su sudadera gris, colocándose a un lado de la joven, sin mirarla, fijo sus ojos arriba, en el libro que ella trataba de alcanzar.


—Soltó una pequeña risa y con una leve sonrisa estiro su brazo y tomo el libro, bajándolo hasta las manos de la chica—Aquí tienes —la vio de perfil >>Se parece a…<<.
—Ah, Gracias —se giró a ver a su “salvador” y sus ojos se abrieron como plato, su corazón, parecía una bomba. —A-ah.. —sus manos temblaron y sin reaccionar, el libro se le resbalo, este callo sin más al suelo, en medio de sus pies.





Ambos no supieron que hacer o decir, solo guardaron silencio, de nuevo, se ven frente a frente, sin esperarlo, sin planearlo, sin imaginarse que se iban a encontrar una vez más, parecía que el destino se ponía de acuerdo para reunirlos cada que podía, ¿casualidad? No, ya eran demasiadas casualidades, no era normal, ¿sus mentes están conectadas? Quizás, ¿es el destino?, ambos no quieren creer que sea eso.
Gabriel estaba paralizado, mirándola, no quería verla pero sus ojos no veían otra cosa más que los azulados ojos de la chica, tan profundamente bellos y lo embelesaban, parecía “Medusa” ya que con su mirada podía intimidar a cualquiera, hasta paralizarlos, pero en vez de “hacerse piedra” sentía que cuando la veía se congelaba, la chica sonrió muy levemente, apenas se pudo divisar una sonrisa en sus pequeños y rosados labios, pero más que su rostro, sus ojos reflejaban sus emociones, parecía nerviosa pero feliz, el por su parte, le dolía el pecho, su mente no dejaba de pensar, haciéndose miles de preguntas sin respuesta, podía ignorarla e irse, pero simplemente no puede hacerlo, por primera vez, esta vez ,Grey fue la que termino, con ese incomodo silencio.





—Hola —lo saludo mirándolo, su corazón palpitaba como loco, tocando su pecho con ambas manos sin dejar de verlo.
—H-hola —dejo de verla y bajo su mirada a sus pies, viendo el libro en el suelo.
—¡Ah, emm se me callo, bueno, deja lo…!—hablo algo nerviosa y tartamudeaba pero el chico la interrumpió.
—Yo lo levanto—se agacho y tomo el libro entregándoselo en sus manos, incorporándose.
—Oh, g-gracias, que amable —abrazo el libro poniéndolo sobre su pecho y sin dejar de verlo pensó>>¿Pero qué mierda me pasa, por que hablo y actúa como estúpida?<< —Ah, ¿q-que raro que, de nuevo nos veamos no? Seguramente es casualidad.
—Yo, solo vine a acompañar a mi hermano, yo no, tenía pensado venir aquí —aclaro con un semblante serio.
—Ah, ya veo.. —sentía raro su estómago, sus manos temblaban, su corazón no dejaba de palpitar rápidamente y sus ojos, al parecer no querían perderse ningún movimiento del joven moreno >>¿Qué me pasa? <<.
—¿Solo viniste a comprar un libro? —le cuestiono.
—Eh, si, es de horóscopo chino, ese tema es muy interesante —sonrió un poco y abrió más sus ojos— ¿Sabías que el horóscopo chino es milenario? Está formado por doce animales y…


No termino de hablar ya que vio como el Youtuber mexicano la tomo de sus hombros y la acerco  su pecho, sin decir nada mirando “algo” atrás de ella, Grey sintió como su corazón empeoraba en cuanto a latidos, sus mejillas sonrojadas, sentía sus mejillas arder, por un momento se sintió en otro mundo, cerro sus ojos lentamente y a apunto de recargarse inconsciente mente en el pecho del moreno, sintió como  la aparto de él, reacciono exaltada y lo miro.


—Una señora iba a tomar un libro, que estabas cubriendo con tu espalda. —aclaro y explico su acción repentina.
—¿Eh? —apenas y reacciono como después de a ver estado en “trance” y vio que la señora adulta ya se iba en camino al otro pasillo—Oh —dijo desanimada y soltó un suspiro >>¿Solo por eso me acercaste a ti? Eres muy impredecible Gabo, por un momento pensé que tú me abrazarías y….wow, wow ¿espera que mierda estoy pensando? ¡Ah, ¿porque me arden las mejillas?! <<.
—Sin decir nada, Gabriel dio dos pasos adelante, se acercó un poco más a ella.
—Ella lo vio nerviosa e hizo dos pasos atrás, alejándose— Eh, ¿Cómo que está haciendo calor aquí adentro no? —dijo algo confundida y se “ventilaba” con su propia mano, sabía que sus mejillas estaban coloradas.
—>>¿Ves? Doy dos pasos adelante hacia ti, tú haces lo opuesto, cuando me acerco tú te alejas y ¿Estará resfriada o…se sonrojo por mí? No, Gabo no seas idiota, tú no eres su tipo, he visto los chinos esos que ve en conciertos, que son cantantes, debe de estar resfriada<<— Bueno, tengo que irme, mi hermano me está esperando en la fila, me imagino que ya habrá avanzado.
—¿Ya te vas? …d-digo —se sacudió un poco— Bien, pero…
—Tranquila, ya van a descansar tus pupilas de ver mi cara de chango —soltó una risita algo rara, nada sincera—Y tu mente estará en paz también ¿no? , recuerda que —trago saliva y le dio la espalda—Prometimos no vernos ni relacionarnos por nada, ya que, te he pagado mi deuda y….
—Gabo tu no me molestas, no te odio, ya te le dije anteriormente
—Tu dijiste que por mi culpa no puedes hacer lo que más te apasiona: Escribir ¿entonces por qué intentas mantener esta conversación conmigo, frente a frente?.
—¿Trato? —Se preguntó y toco el hombro del chico— No, te equivocas no trato —>>Trato de entender por qué al parecer el destino, nos quiere juntos<<—Yo no planee este encuentro.
—¿Entonces crees que fue el destino? —le pregunto pareciéndole absurdo.
—No  lo sé —trago saliva— ¿Tal vez?
—Se dio la vuelta, apartando la mano ajena de su hombro,  mirándola a los ojos— El destino no es dueño de nuestras vidas, Grey Martin —manteniendo su semblante serio continuo— Tu eres dueña de tu propio destino, en el cual, está claro que no quieres que yo este —concluyo y se retiró a paso rápido, en camino a la fila, que al parecer su hermano al fin le iba tocar su turno de cobrar, dejo a la chica sola en el pasillo tres.


La joven canadiense se quedó sin palabras, ¿Qué podía hacer? Estaba casi segura ahora de lo que sentía, pero no podía expresarlo, ¿Por qué? ¿Por qué no puede ser como todas las demás y correr hacia él, abrazarlo y decirle “No te vayas, yo te amo”? parecía y sonaba algo tan simple, pero jamás en su vida ha hecho tal cosa, quizás estaba exagerando, tal vez no estaba enamorada de él, solo se estaba engañando ella misma y su corazón está jugando con ella, si no es amor ¿entonces que siente por él? ¿Admiración, conmuevo, simpatía? No, era algo más fuerte que eso, algo que logro fácilmente apartar lo que más le gustaba, hacerlo a un lado, e invadir su mente y corazón con su sonrisa y calidez, ¿él era acaso su destino, su “príncipe azul”, su amor verdadero?, quiso dejar de pensar por un momento y dejarse llevar por sus acciones, siguió atrás al joven alto y de piel morena, llegando a un lado de su hermano, la chica se escondió detrás de una mesa grande de libros, que estaba muy cercas de la fila de espera, se sentó en una silla, actuando como si leyera el libro que iba a comprar, ocultando su bello rostro con él, recogiendo su pálido cabello, para que pareciera otra persona, cubriendo casi todo su cuello y barbilla con su bufanda , se dispuso a escuchar la conversación de los hermanos Montiel que, en especial Alex, hablaba en voz alta.
La fila ya era muy corta, Gabriel siendo más inteligente que su hermano, se cubrió la mitad de su rostro con una bufanda negra, y se colocó en la cabeza, su capucha que era parte de su sudadera, solo se veían sus ojos, se mantuvo en silencio observando el lugar para luego ver a su hermano, el cual le contaba cosas que había hecho en la mañana, después el moreno de cuerpo robusto le palmeo la espalda sonriendo.





—¿Por cierto adivina que es mañana?
—¿Qué? —le cuestiono confundido viéndolo.

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La rubia veía en partes la escena y escuchaba
—>>Ah, qué lindo se ve Gabo con la gorra puesta, n-no ¿Qué estoy pensando? Concéntrate Grey, pareces una estúpida<<.
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—¿Apoco no sabes güey? —le pregunto su hermano mayor al moreno.
—No —desvió la mirada.
—¡Mañana es tu cumpleaños cabrón! —dijo alegre y de nuevo le palmeo la espalda.

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—>>¡¿Qué?!<<.

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—¡Shh! Baja la voz Alex, no hagas tanto escándalo, nos veremos obvios, o pueden reconocer tu voz y además es una biblioteca —le reclamo su hermano mejor sin apartar la bufanda de su boca.
—Da igual, todos están en su rollo, hay mucha gente hablando además —le dio un pequeño zape en la cabeza— Ya Gabriel ¿desde cuándo estas tan amargado? —rió divertido.
—Y creía que solo el “Escorpión dorado” me pegaba —hablo con sarcasmo y se le escapo una risita burlona.
—Es de “cariñito” y lo sabes güey.
—Sí, sí..
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—>>¿Mañana es su cumpleaños? No tenía idea<<. Pensó y se acercó un poco más, moviendo la silla, tratando de ser silenciosa, estaba solo como a cuatro metros alejada de ellos.
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—Te vamos a hacer fiesta Gabo, uno cumple 27 años solo una vez en la vida güey —le sonrió.
—Sí, tienes razón, bueno, te espero a fuera.
—Sí, ya casi llego, al fin, después de siglos.
—Te veo en un momento, adiós —se despidió disimuladamente y camino a la puerta de salida y entrada.

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Al ver al hermano distraído, viendo al Youtuber mexicano, saliendo de la biblioteca, la chica bajo el libro al fin, cerrándolo.

—Cumple años mañana —hablo en voz baja— ¿Y si le regalo algo? Mmm un ¿accesorio? Creo que el de vez en cuando usa collar, si, es buena idea, pero, ya prometimos no vernos, tendré, que dárselo de otra forma, es un día importante.
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Grey termino saliendo de la biblioteca más tarde, con el libro ya comprado, en el camino, quedo enganchada con la noticia de que al día siguiente el chico cumple años, no sabía por qué quería regalarle algo, creía que al fin estaba empezando a abrir su corazón, regalar, es una gran forma de expresar cariño por alguien, y como no podía expresarlo con palabras, lo haría de otra manera, ya que en gestos y “señales” él no lo capto, no vio lo que por dentro sentía, es un idiota después de todo.
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Un “idiota”-Comediante, que enamoro a una escritora.
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