miércoles, 13 de abril de 2016

Capitulo 19: ¿Despedida?


 
 
 
 

 
 

 


Mariand estaba ahora con German en su apartamento, sentados en la mesa de la cocina, ya era otro día, la plática que tuvieron ayer, no había concluido, la chica morena de cabellos marrones, ojos de igual color, se estaba confiando mucho en las palabras de Gabriel, en efecto no ha vuelto a ver a esa rubia de fiera personalidad con él, eso la alegraba mucho, todo estaba resultando como quería, más sin embargo, a un no podía ganarse nuevamente el corazón del moreno, ¿En que estaba fallando? En cuanto a físico y encanto para ella no le hacía falta nada para re conquistarlo, ¿Entonces que era?, algo molesta frunció sus pobladas cejas y desvió la mirada cruzada de brazos, sentada en una silla.


Mientras German la observaba de frente, soltó un suspiro pesado, Mariand estaba obsesionada con “recuperar” a Gabo, que ni se ha dado cuenta de lo que siente el por ella, quizá era distraída, quería demostrarle que él era el indicado para ella.


 


 —Yuya. —la llamo German sin dejar de verla algo serio.


—¿Si?


—¿No crees que ya fue mucho tu plan de “recuperar” a Gabriel Montiel? Eres muy bonita para ese tipo feo, no me agrada que hagas todo esto para llamar su atención, hasta estas pareciendo una aferrada y rogona —dijo sin titubeos y la miro fijamente.


—¡Cállate! —Grito la castaña molesta y se puso de pie viéndolo fijamente—¡¿Tu que vas a saber?!


—No necesito saber que pasa, para  ver las cosas Mariand Castrejón, estas obsesionada.


—¡Entiende que lo amo!


—No lo creo, tal vez estas confundiendo tu plan con tus sentimientos Mariand, déjalo ir.


—Nunca —dijo y se dejó caer en la silla ya tranquila—Por cierto, ya tengo que irme.


—¿Así?


—Si —se puso de pie—Tengo que arreglarme porque ire al departamento del Crew a celebrar el cumpleaños de MI novio —sonrió mostrando sus dientes y se aproximó a la puerta de salida—Así que..


—Sí, ya se, entonces te veo luego —camino y salió por la puerta sin despegarle la vista—¿Estas feliz?


—Claro, esa gata callejera ya no estará más en la vida de mi amor ¿Por qué no habría de estar feliz?


—>>Por qué el que te ama soy yo<< pensó —Ah, ¿si verdad? tienes razón, bueno, si tu estas feliz —bajo la mirada—Yo también —se retiró sin despedirse.


Yuya le restó importancia y cerró la puerta, soltó un grito de felicidad tan agudo y molesto para los oídos.


—¡Si por fin Grey a desaparecido de la vida mi Gabriel! —dio brinquitos como si fuera una niña jugando a saltar y se fue a su habitación a arreglarse mientras tarareaba una canción.


 


German escucho los gritos agudos de Yuya desde a fuera, se había quedado de pie a la mitad del pasillo algo desanimado, después de escuchar los gritos de alegría, soltó un suspiro pesado >>Mi hermosa Marian Castrejón, ¿A un lo notas? Lo que siento por ti es tan real, como tu obsesión hacia ese Youtuber mexicano<<.


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Ella nunca había hecho esto, se sentía que no estaba siendo ella ¿Por qué estaba haciendo esto? Ahora que lo pensaba bien le resultaba algo estúpido, la idea más loca que se la ocurrido en su joven vida, ¿Pero que más podía hacer? Juro no volverlo a ver siendo ella misma, entonces ahora lo hará aparentando siendo otra persona, totalmente opuesta a ella, aunque por dentro seguía siendo la misma, obvio, solo estaba siguiendo sus sentimientos, las acciones se harán por si solas, espera que después no se arrepienta de esto.


En la plaza Loreto, firma de autógrafos de “Werevertumorro”,Grey, vestida de colores pasteles, su cabellera rubio pálido, sostenida en dos relajadas coletas sobre su pecho, con su bufanda que cubría todo su rostro, solo dejaba  ver esos bellos ojos azul brillante, ya sin el ahumado negro que siempre se hacía, casi al natural, sus piernas temblaban, cada que veía que la fila de espera avanzaba más y más, sosteniendo el regalo guardado en una bolsa, cerro sus ojos por unos instantes, y comenzó a pensar, pensar, era algo que no podía evitarlo, siendo tan analítica y calculadora, >>Grey ¿Qué carajos estás haciendo? Pareces una idiota enamorada tratando de darle un presente al chico que te gusta, como si fuera una morra de secundaria, pero el, fue siempre lindo conmigo y yo lo trate como una mierda, realmente, si me voy a despedir de el, quiero ver su rostro, por última vez<<.


Mientras seguía esperando, al parecer enfrente de ella estaban unas fans, dos chicas de unos quince años, las dos con el cabello oscuro, pero una lo tenía corto, al parecer la del cabello largo no le gustaba ni era fan del Youtuber, solo acompañaba a su amiga, siendo la rubia sigilosa escuchaba su conversación.


 


—¿Karen por qué te gusta ese Youtuber?, me parece aburrido sus videos —dijo la “amiga” de cabellera larga y cruzada de brazos viendo a su amiga con desaprobación.


—¿Ya vas a empezar Roció? Entiende que me gustan mucho sus videos son muy graciosos, es humilde, simpático y guapo.


—¿Guapo? —Cuestiono Roció y soltó una carcajada— Creo que ya exageraste en esa parte Karen, ese tal Gabriel no es nada guapo, parece un chango.


—Karen rio un poco sin enojarse contesto— Bueno si creo que tienes razón, pero igual es simpático.


 


Ambas rieron divertidas.


 


La canadiense frunció el ceño molesta, totalmente en desacuerdo de sus palabras, >>Mocosas de mierda, se burlan de Gabo ¿llamándolo chango?, estarán muy bonitas ellas, él es lindo<< gruño, pero no se movió, contuvo sus ganas de molerlas a golpes, ya que si lo hiciera la sacarían de la firma y tal vez Gabo la descubra por la manera de pelear y hablar.


Paso el tiempo y casi seguía su turno, su corazón latía fuerte, descontroladamente, trato de tranquilizarse, no le gustaba para nada sentirse así cada que lo sentía cercas de ella, aún estaba un poco en desacuerdo con sus sentimientos, pero era difícil luchar consigo misma, >>El amor te hace débil<< Pensó mientras veía como Gabriel le firmaba a la dichosa “Karen”, >>¿Yo amo a ese idiota? Tch, lo sabía, me he vuelto más vulnerable y débil, enamorarse, es algo que nunca creí que iba a pasarme pero…<<  Mientras que el moreno le firmaba a Karen, la amiga (Roció) le tomaba foto con el moreno, él sonrió apuntando a Karen con su dedo índice,>>Oh..<< La rubia  abrió sus ojos impresionada, esa sonrisa, era la más radiante, tierna y cálida que jamás había visto, podría no ser muy atractivo pero solo ella podía ver más a allá de su físico, ver que en el fondo era tan lindo ,sus pálidas mejillas se sonrojaron, sus ojos brillaban más que nunca, su lengua quedo muda, y justo ya era su turno.


El guardia de seguridad le abrió paso frente al moreno, ella caminando algo insegura, llego justo a él, tomando sus distancia, separados solo por la pequeña mesa de en medio de los dos, él le sonrió, ella antes de decir algo la bolsa se resbalo de sus manos, cayendo al suelo.


 


—Ah, cuidado —dijo algo desconcertado el moreno.


—>>Mierda<< se agacho para recogerlo y ya de pie lo vio encogiéndose de hombros.


—¡Qué onda, ¿Cómo estás?! —estiro su mano para saludarla.


—Su mano algo temblorosa correspondió el saludo, apenas y pronuncio—H-hola Gabo.


—Gracias por venir ¿eh? —soltó su pequeña mano  y la miro de pies a cabeza sonriendo >>Que extraña su ropa pero, es muy atractiva<< la miro fijamente a los ojos como hechizado, hasta que su corazón dio un pequeño brinco, toco su pecho >>¿Q-que me pasa, por qué me pongo así con ella si no la conozco?<<.


—Yo…


—La voz de la chica lo saco de sus pensamientos— ¿Si?


—Eh.. —preparo su garganta para fingir una voz más dulce y aguda, como la de los personajes femeninas de los Animes.


—¿Quieres que te firme algo? —le pregunto sonriendo.


—Ah, bueno —saco de su bolsa una pequeña libreta color rojo, abriéndola—Si claro.


—Bueno —tomo el marcador negro y empezó a firmar en la pequeña libreta— ¿Cómo te llamas?


—Gre- —se trabo y trago saliva >>Vamos di otro nombre, el que sea— “Neko-chan” —>>¿Qué?<<.


—Ah, ¿disculpa? —le cuestiono algo confundido viéndola a los ojos.


—Así me dicen mis amigos, es un sobre nombre, Neko en Japonés significa Gato —explico tocando un poco su frente, sentía todo su rostro arder.


—Oh, bueno —termino de firmar y volvió a mirarla a los ojos, —¿Son tus ojos verdad?


—>>Ash, esa pregunta, la he escuchado toda mi vida<<— Si, son mis ojos.


—Órale, pues están padres —le sonrió sin dejar de verla.


—Gracias —sonrió una pisca y lo vio fijamente a los ojos >>¿Por qué sus ojos siempre brillan de esa manera? Tan cálida, b-bueno ya, me hecho muy estúpida, tengo que darle el regalo<< pensó ya que, el guardia la miraba como diciendo: “¿Ya acabaste?”, la canadiense saco de la bolsa transparente la caja negra decorada con un listón del mismo color, con la mano temblando lo vio y dijo—Sé que, hoy, es tu cumpleaños Gabriel así que, felicidades —pronuncio con una voz algo dulce entregándole el regalo en sus manos.


—¡Ah, sí! —sonrió aceptando el regalo— No pues muchas gracias ¿eh? También gracias por venir —se puso de pie y le alzo los brazos >>Siento que la conozco, esos ojos…<<.


—De nada —apenas y sonrió, notando que el chico quería abrazarla para despedirse >>Esto, no puede estar pasando<< algo cohibida se acercó a abrazarlo correspondiendo


 


Muchos dirán “es un abrazo, no significa nada” están equivocados, ellos aún no se han besado pero Grey sentía tantas cosas cuando él la abrazaba, ahora mismo podía sentir los latidos de ambos, como él era más alto que ella en estatura, su pequeño y pálido rostro tocaba el pecho del joven, sin darse cuenta aspiro cerrando sus ojos el perfume que traía puesto, olía muy bien y viendo su barba muy bien cortada lo hacía tan masculino, separándose de él y viéndolo a los ojos, el hizo lo mismo pero no dijo nada, sus cabellos oscuros peinados aun lado, sus pobladas cejas mas no toscas, sus carnosos labios, ese peculiar lunar arriba de su comisura, se veía tan atractivo, así es, para ella él era atractivo.


Grey sabía que tal vez esta era la última vez que iba a verlo, por eso, quería grabarse cada detalle de su rostro, sus gestos, su sonrisa, para así guardarla y no olvidarla jamás, ella  acerco sus pequeños y rosados labios a uno de los oídos del moreno y le susurro unas palabras desde el corazón— Este día en el que naciste, fue el mejor del mundo, gracias por a ver nacido y traernos risas brillantes, que en este oscuro mundo hacen falta. —pronuncio con voz entrecortada pero sonando con la mayor sinceridad del mundo.


—¿Eh? —apenas y dijo Gabo algo desconcertado, nadie, le había dicho esas palabras  nunca  >>¿Quién eres? Será que…<< se apartó de ella sosteniéndola de los hombros y la miro a los ojos—G-gracias —sus mejillas se sonrojaron.


 


Se quedaron así por unos segundos más hasta que el guardia toco a la canadiense del hombro y ella supo que era hora de retirarse, por supuesto había más gente esperando, se apartó de Gabo  y dijo.


 


—Bueno, que tengas suerte en todo, a-adiós —tomo su libreta roja y se retiró a paso acelerado.


—¡Ah! —extendió su mano hacia ella sin moverse sintiéndose impotente y los demás fan lo vieron con extrañeza, se vio muy sospechoso, Gabriel se sentó de nuevo en su silla guardando silencio, no debe mostrar interés en alguien en especial, >>¿Q-que fue eso? Es, es extraño, ¿Quién era ella, Neko-chan? Que sobre nombre tan raro, y no conozco a nadie que habla con tanta…profundidad, como si en su mente abundara la poesía y literatura, y esos ojos , ella, ¡ella era ¿Grey?!<<.


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Grey fue directo al trabajo, había pedido permiso para llegar un poco tarde, entrando a los vestidores se quitó su “disfraz” y se puso su uniforme blanco, al final ajustando su cinta negra a su pequeña cintura,  >>Debo, superarlo, ya lo vi por última vez, ahora tengo que seguir, seguir con mi vida y nada más<< pensó muy segura y salió de los vestidores directo a entrenar a sus alumnos.


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Pasaron horas, hasta que dieron las 4:00pm,Gabriel ,después de la firma de autógrafos, compro algunas cosas para el video que iba a realizar  la semana entrante, al terminar llego al departamento donde se encontraban los demás del Crew, esperándolo para la sorpresa, saco las llaves, introdujo la seleccionada abriendo el seguro, girando el picaporte, abrió la puerta entrando, cuando sintió que alguien lo abrazo por el cuello, era su mejor amigo Ricardo.


 


—¡Gabo, al fin llegas güey, feliz cumpleaños! —dijo feliz y despeinaba su cabello como un “cariño”.


 


Todos salieron de su escondite, estaban todos sus amigos, su madre, su hermano, algunos tíos y primos, la mesa estaba llena de regalos y de comida, en la barra de la cocina, alcohol y todo para preparar bebidas, todos se empezaron a acercar, abrazarlo y felicitarlo, al final fue su hermano.


 


—¡Carnal, feliz cumpleaños, estás haciéndote viejo! —soltó una risa y golpeo ligeramente la espalda de su hermano.


—Ya, Alex, a todos gracias —se apartó de su robusto hermano mayor y miro a todos sonriendo.


—Vamos a comer, muero de hambre güey —dijo Federico tocando su barriga reclamando.


—Si ya hace güey —continuo Félix.


—A ver, a ver primero que se siente el cumpleañero —dijo Luis y le abrió paso a Gabo a una silla.


—¡Uuh, cuanta educación! —pronuncio agudamente Gabo algo divertido y unos rieron, tomo asiento y miro los regalos, bolsas y cajas de todos los colores, azul, amarillo, verde, rojo, ningún regalo era de color negro, recordó el regalo que le dio esa chica hasta ahora misteriosa >>Ella estaba vestida de colores rosados pero la caja era negra, que extraño<< sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz melodiosa  y aguda, simplemente molesta.


—¡Feliz cumpleaños! —Sonrió mostrando sus dientes Yuya, acercándose a él de un lado y sobre sus manos sostenía un pastel rosado con corazones—Este pastel hecho con todo mi amor para la persona más chula que conozco.


 


Los familiares aplaudieron y los del Crew gritaban cosas para molestar a Gabo.


 


—¡Ya llego la novia!


—¡Ya bésala!


—¡Pero que cursis!


 


La chica de cabello castaño dejo el pastel en la mesa y abrazo a Gabo


 


—¡Felicidades, mi Werever, mi amor! —dijo sin soltarlo.


—M-mariand, me asfixias —apenas y pronuncio apartándole algo molesto >>Mamá debió a verla invitado, qué más da<< .


—¡Gabriel! —lo llamo su madre del otro lado de la mesa—¿Cómo se dice? —le pregunto y con sus ojos señalo el pastel.


—El moreno hizo sus ojos en blanco y miro a Yuya obligado— Gracias pero, ¿Por qué el pastel rosa?


—¡Hijo! —lo regaño su madre algo molesta.


—Olvídalo, solo gracias  —Termino el moreno y desvió la mirada.


—De nada —sonrió.


 


Gabo no estaba con los ánimos como para estar en una tipo fiesta, pero después de todo era su cumpleaños y sus familiares y amigos querían celebrar su día junto con él, eso no podía rechazarlo, pero en sus adentros sentía su corazón un vacío, faltaba algo muy importante, en este día a su lado, así es, el amor de su vida, que como un gato, rasguño su corazón y se alejó para no volver.


Pasaron horas y horas, el día había concluido, aunque no deja de sospechar en la chica vestida de rosa ¿Realmente era Grey? Si es así ¿Por qué se disfrazó de lo opuesto a ella? No podía estar seguro de nada pero si ella no se ha cruzado en su camino hasta ahora es porque realmente no quiere verlo de nuevo, ¿quizás debería hacer lo mismo?.


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El amaneció algo cansado ya que no pudo dormir bien, al bajar las escaleras en pijama, se encuentra con Luis algo emocionado y este lo abraza sin saludarlo antes.


—¿Q-que pasa güey? —le cuestiono Gabo algo confundido y correspondió un poco.


—¡Me caso güey, me caso! —le grito muy feliz.


—¿Qué, con quién? —le pregunto sonriendo una pizca.


—¿Cómo que con quién? Con mi novia Luz —dijo sacando algo de su pantalón.


—Ah, sí con la que llevas ¿Cuánto? Siglos, toda la vida creo ¿no?—dijo algo divertido.


—Sí, muy gracioso, mira —le entrego en sus manos una especie de carta con listón morado—Esta es la invitación para mi boda que será mañana.


—¿Tan pronto?


—Sí, Luz ya está ansiosa y pues yo algo nervioso pero sé que todo saldrá bien y ¿sabes? Quiero que todo el Crew este ahí.


—Sí, bueno, me alegra por ti —sonrió y recordó borrando sus sonrisa— Al menos tú, ya tienes a el amor de tu vida junto a ti


—¿De qué hablas güey?, tú tienes a Yuya —le dio un codazo divertido.


—¿Podrían dejar de mencionarla? Ella y yo ya no somos novios.


—Ella dice que si..


—¡Pues porque está loca! —grito histérico.


—Bueno ya, no te alteres —alzo sus manos algo sorprendido.


—Perdón es solo que, ahora mi cabeza está hecha un nudo y necesito re ordenarme —dijo y lo miro— Estaré mañana ahí ¿eh? En tu día —sonrió— Cuenta conmigo.


—Gracias, sabía que aceptarías.


—¿Y dónde están los demás?


—Pues cada quien se fue a hacer sus cosas individuales ya que hoy no nos toca grabar juntos.


—¿Dónde está el wero?


—No lo sé, ¿Por qué no le hablas?


—Sin responder saco su celular y le marco retirándose de Luis, llegando a la sala.


 


Ricardo iba en su auto manejando, mientras en un semáforo de encontraba en rojo, se dispuso a contestar, colocando su oreja en la bocina del celular.


 


—¿Hola?


—¿Wero dónde estás?


—Ah, voy a comprarme algo de ropa y después iré a casa de Caeli ¿Por?


—Ah >>Creí que iba a verse con Grey para hablar de algo<<— No, por nada, solo curiosidad —colgó.


—Guardo su celular y continuo manejado >>Gabo, perdóname por mentirte<<.


 


Ricardo continuo manejando hasta que llego a la colonia donde vivía Grey, un lugar tan descuidado, tétrico y desolado, al ver tal ambiente, quizás es por eso que Grey es tan fría y oscura, ya que en este triste ambiente creció, ella no era mala persona, y él estaba seguro de eso.


Gabriel era su mejor amigo, quiere ayudarlo en su “complicada relación” además de que nunca lo había visto tan loco por una chica, ni si quiera con Yuya fue así, tal vez realmente estaba completamente flechado por esa mujer de ruda apariencia y belleza oscura, sabe que en el fondo Grey lo quiere aunque no lo exprese ni lo diga, solo necesita un “empujón” para que le abra su corazón a su mejor amigo, estaba dispuesto a apoyarlos a ambos.


Al llegar estaciono su auto cercas de allí, caminando a la entrada, toco el timbre, y la puerta fue abierta por Grey, con un pantalón gris rotos de las rodillas, una blusa negra de una banda de rock japonés, unas botas oscuras, su cabello hecho un desastre, sin maquillaje, abrió sus ojos impresionada.


 


—¿Wero? —Dijo algo confundida—¿Qué haces aquí?


—Bueno yo…


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—¡Te dije que lo cobrarían hoy! —se escucharon los gritos de la madre de Grey de fondo junto con el sonido de un plato rompiéndose.


—¡Deja de lanzarme los platos! —Grito el Sr.Martin a su histérica esposa— ¡Ya lo pagare mañana!


—¡Vete a la mierda ya no podrás pagarlo mañana!


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—Ah.. —hablo Grey algo avergonzada—Sera mejor que hablemos en el parque, dijo con fastidio haciendo sus azulados ojos en blanco por unos segundo y cerró la puerta.


—Eh, si —la siguió por detrás encaminándose  al dichoso parque.


 


Al llegar se sentaron en una banca algo descolorida pero antes de que Ricardo tomara asiento la rubia lo detuvo tomándolo del brazo.


 


—Espera.


—¿Qué pasa? —se giró a verla confundido.


—Hay un chicle pegado aquí —dijo y lo despego del lado del asiento en donde se iba a sentar el chico de piel blanca y lo tiro lejos.


—Ah, gracias —dijo y se sentó.


—La rubia tomo asiento y se cruzó de brazos viéndolo de reojo—¿A qué viniste Wero?


—Grey, vengo a decirte que, veras, Luis se casara mañana con Luz, tendrán una boda y


—¿Y eso a mí que jodidos me importa? —le pregunto algo agresiva.


—No, no es eso, espera.


—Guardo silencio observándolo atenta.


—Todo el Crew va ir, y eso incluye a Gabo.


—¡Espera! —lo detuvo tocando su hombro y mirándolo.


—¿Si?


—P-primero quiero saber ¿Cómo paso su cumpleaños ayer?


—Pues, bien eso creo, le hicimos una pequeña fiesta en nuestro departamento y..


—¿Sonrió mucho?


—Sí, algo


—¿Abrió los regalos?


—Si todos los que le dimos


—>>¿Abrió mi regalo?<< — Oh, qué bueno.


—Veo que te interesa como paso su día — sonrió mirándola complacido.


—Sí, es, solo, quería saber, solo eso.


—Bueno, te decía que mañana estaremos en la boda de Luis y deberías ir y hablar con él ¿no crees?


—¿Para qué? Solo causare problemas, además de seguro ira cejotas y no quiero discutir de nuevo con ella, ya que al final yo siempre termino siempre como la mala del cuento.


—Yo estaré ahí, hare lo posible para dejarlos solos


—Olvídalo Wero


—Saco de su bolsillo del pantalón, la dirección del salón anotado en un trozo de papel y se la dio en sus manos—De todos modos te daré la dirección por si, cambias de opinión.


—Lo miro y encerró el papel en su mano haciendo puño sin decir nada.


—Por ahora me imagino que quieres estar sola, así que me iré —se puso de pie y se retiró.


 


Grey solo se quedó viéndolo irse y después vio el papel con la dirección escrita >>Tal vez estaba equivocada y no fue el destino quien nos hizo conocerlos solo fue una casualidad, sin embargo, con él, he sentido cosas que nunca había sentido, y ha hecho cosas nadie había hecho por mi<< pensó y alzo sus ojos al cielo nublado anunciando próxima lluvia, >>Gabriel…de verdad..¿Tú eres mi destino?<<.


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Por otro lado


Ya era más tarde, las 10:00pm de la noche, Gabriel se encontraba en cerrado en su habitación, de pie mirando fijamente el regalo de color negro, que le dio la chica en la firma, no podía olvidar ese abrazo tan significativo y que puso a su corazón latir como loco, era muy extraño, además, esa caja negra lo hacía dudar, nunca le habían dado un regalo con el paquete completamente de un negro profundo, soltó un suspiro pesado, tomo la caja en sus manos, se sentó en la orilla de la base de su cama y quitando el listón negro, lo abrió.


 


—>>¿Qué será?<< pensó algo ansioso y vio un collar al parecer de plata >>¿Eh?<< saco la pequeña cadena de la cajita y lo observaba detalladamente usando sus manos >>Esto…no pudo ser regalo de un fan normal, debió costar mucho dinero<<  seguía pensando, todo esto era sospechoso, giro su cabeza a la caja que estaba a un lado de él, viendo que dentro tenía una pequeña carta, lo saco, si lo era, pero no traía dedicación ni nombre, como si fuera anónima.


 


—¿Una carta?


Su rostro expreso confusión, pero algo curioso la abrió y empezó a leerla.


 


“Gabriel, feliz cumpleaños, lo sé, que ¿Patético no? Felicitarte a través de una carta, pudiendo dejar un mensaje por el celular, o algo más moderno y sofisticado, pero simplemente no podría expresar lo mismo, si lo que pienso lo escribo con un dedo tocando una pantalla fría, no, solo sintiendo la textura de la pluma en mis dedos y ver la pigmentación permanente de la tinta, puedo hacerlo, bien, no quiero que sientas lastima por mi ¿Quedo claro? Estoy bien, muy bien, quise darte esto porque, siento que en algún momento fui egoísta y cruel contigo, pero ahora mi mente esta en paz, espero y vivas, vivas muchos años más, por qué no te odio, me agradas, sé que me crees rara ¿Pero sabes? tú también lo eres y a mí me gustan las personas raras, esas que bailan con la vida sin importarles quien los esté mirando, esas que se ríen de sí mismos, con tal de sacarte una sonrisa, así como tú.”


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Termino de leerlo y una pequeña risa salió de su boca junto con una sonrisa dibujada en sus labios, derramo una lagrima y automáticamente se la limpio usando su muñeca >> ¿Esa chica eras tú verdad…Grey? Y esta carta, nadie más pudo haberla escrito, más que tu, pero realmente, esto, ¿Esto es el adiós?<<.


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