viernes, 27 de mayo de 2016

Capitulo-20: Eres.



 
 
 
Era  el día de  la boda de Luis Torres, integrante del tan aclamado W2MCrew,una tarde nublada con proximidades de lluvia, el invierno ya estaba llegando y eso era claro, la noticia de su boda impacto a muchos fans de estos, pero a la vez se alegraron por él, en las redes sociales ya dejaban sus mensajes de felicitación, aunque la boda aun no daba inicio, faltaban tres horas, muchos de sus conocidos empezaron a prepararse, en el departamento del Crew todos comían, ya que después irían a la boda.
 


—No puedo creer que Luis se case —dijo Cristian algo sorprendido mientras comía.


—Lo mismo digo, neta Luis, nunca lo esperamos de ti —hablo Félix sonriente.


—Sí, creíamos que Cristian se iba a casar primero —rio el Wero.


—¿Enserio? pues mira, yo salí mas lanzado —dijo Luis apuntándose a el mismo orgulloso—­Todos tienen que ir de gala ¿eh? Y con un regalo.


—Si, si ya nos lo dijiste miles de veces ­—respondió con fastidio Isra.


 


Todos sentados en una mesa grande, comían, charlaban y bromeaban, solo alguien no estaba allí, así es, Gabo, de nuevo estaba desaparecido, pero nadie se preguntaba dónde estaba, prefería dejarlo en paz y ver si después se le pasara lo que sea que tenga, el más preocupado era el Wero,le había hablado varias veces por el celular pero no respondía las llamadas, estaba realmente preocupado, obviamente, porque era su mejor amigo.


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Mientras en la casa de Grey, era su día de descanso, encerrada en su habitación como siempre, veía un capítulo de Death Note, mientras comía una barra de chocolate, aun lado de ella estaba su nuevo gatito blanco que defendió anteriormente de unos malcriados niños, al que ella llamo “Rin-chan”, el pequeño felino recostado en el suelo tapizado de alfombra negra, relajado con sus ojos cerrados y aparentemente dormido recargado en una pierna de Grey, había entrado en calor con el calor de su dueña, ya que afuera hacia frio, aunque las manos de ella eran eternamente frías, la rubia le acariciaba abajito de su hocico, pero no despegaba la vista de la televisión, hace tiempo que no veía anime, estaba su cabeza tan llena y estresada por “tonterías” como decía ella, ya no quería pensar en él, en ese hombre que fue capaz de arrebatarle su pasión por escribir y reinar en su cabeza, sabía que hoy era el día de la boda de Luis en la cual Gabo iba a ir, ya había sido invitada por el Wero, pero aun así ella rechazo, no quería verlo, eso se decía cada que el poco atractivo rostro del moreno se le venía a la mente, quería distraerse, tenía que distraerse, su corazón estaba siendo muy necio, no quería escucharlo, realmente no quería sentir nada.


Después de una hora, decidió salir a buscar inspiración al parque el cual había quedado húmedo por la fuerte lluvia, que ahora estaba muy tranquila, apenas y se podía sentir las gotas de agua, ya que estaba sola en casa, porque sus padres salieron por asuntos económicos, ella cerró la puerta con seguro, guardando las llaves en el bolsillo de su pantalón, al igual que algo de dinero, normalmente ella llevaba el dinero en sus bolsillos ya que le parecía más seguro que llevarlo en una bolsa, camino por la calle vistiendo un pantalón rasgado gris de mezclilla, con botas con agujetas color vino, una camiseta negra y tapada con una tipo gabardina negra de cuero algo degastada, su cabello apenas y cepillado, sin nada de maquillaje, en sus ojos siempre se podía ver el cansancio, melancolía, la profundidad que transmitían, ese azul brillante y a la vez opaco te hacia estremecer.


Caminaba por las calles, decidió no ir al parque ya que había personas y parejas ahí, no quería ruido, creo que se estaba arrepintiendo, recordó que en su colonia nunca hay silencio para la inspiración, paso por la parada de autobús desolado, automáticamente recordando cuando Gabo la espero por horas, debajo de la lluvia y el frio, su azulada mirada vio al cielo, tornado de gris, cayendo diminutas gotas de agua en su exquisita cara, recordando también aquella ves que el mexicano la cubrió de la lluvia con su chaqueta, siguiéndola hasta su casa, para asegurarse de que llegara a salvo, sus ojos brillaron, bajo su mirada, observando el suelo, donde corría ligera agua, de nuevo recordando:


—Ahora quiero que me digas tu ¿Estás diciéndome la verdad?


—¡Si, te lo juro! —grito casi poniéndose de arrodillas.


—Bien, entonces lame el piso —le señalo.


—¿Qué? —sorprendido.


—Si realmente me estás diciendo la verdad, entonces lame el suelo y te creeré. —alzo las cejas.


—P-pero…


—Tranquilo acaba de llover, el suelo esta “limpio” —comento casi riéndose.


—Tch…no mames —pronuncio en un tono casi inaudible y la miro con determinación— ¡Esta bien, lo hare! —frunció el ceño aceptando el reto >>Todo para que pueda creerme, que es verdad<< se agacho cerrando sus ojos apretándolos, sacando su lengua, la aproximaba al suelo húmedo, ya de rodillas.


 


La rubia lo observaba a su distancia algo sorprendida ¿realmente era capaz de hacerlo? Vio como el moreno toco con la punta de su lengua el suelo y apunto de relamer la chica lo jalo hacia arriba alejándolo así del suelo


 


—¡Hey!¿ que pretendías hacer? —Lo miro cara a cara sujetándolo de un brazo-


—P-pues —la miro confundido— Lo que me pediste ¿no dijiste que si lo hacía me creerías?


—Bueno si, pero ¿Serás idiota? ¡Olvídalo! ¿Sí?


—¿Eh?


Te creo — lo miro a los ojos seria.


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Ese suceso se le vino a la mente y soltó una pequeña risa, sonriendo levemente


—De verdad es un “idiota” —se cruzó de brazos, su corazón empezó a latir rápido, ella toco su pecho ahora frunciendo el ceño >>De nuevo esta sensación,tch…¿Qué me pasa? Creí a verme prometido olvidarlo, ¿Cómo es posible que sienta esto si ni siquiera lo he visto en persona de nuevo?<<  cerro sus ojos y camino a paso acelerado algo molesta, choco con alguien, abrió sus ojos como plato—¿ G-german?


—Ah, Grey —respondió algo sorprendido—¿Qué haces afuera?, esta siendo algo frio.


—Me dio la gana salir—respondió en seco y desvió la mirada.


—>>Ah, sí, yo le dije que me gustaba, tch, debo de seguir con esta farsa<< Grey, ¿recuerdas lo que…


—¿Tu confesión?


—Si


—La rechazo.


—¿Eh, p-pero porque, acaso estas enamorada de…Gabriel? —le cuestiono actuando algo triste.


—Sus mejillas se tornaron de rojo y al ser blanca, se le notaban más, frunció el ceño y pateo el tobillo del pelinegro— ¡Cállate, eso no es verdad!


—¡Ah! —se quejó— B-bueno pero .. —>>Tch, pero que mal genio<<— ¿Entonces?


—N-no estoy interesada en nadie, no, no siento nada, por nadie, no  estoy enamorada…—se tocó la frente y se jalo sus blancos cabellos estresada, abriendo sus ojos como plato, alterada, estaba alterándose, Gabriel de nuevo se le vino a la mente, elevo más la voz—¡Ah, no, no es verdad, yo no lo amo, yo no estoy enamorada, mierda yo no quería enamorarme, yo no quería sentir! —grito efusivamente y asustada.


—Grey, tranquila…—dijo algo sorprendido German y  preocupado al saber que gente podía salir al escuchar sus gritos, toco su hombro—¿Qué te ocurre?.


—¡Suéltame no me toques! —aparto su mano agresivamente molesta, despeinada, con ojos cristalinos  y salió corriendo, alejándose.


—La vio irse confundido >>Vaya..creo que se volvió loca<<.


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.


Grey corrió y corrió, saliendo de su colonia, como si corriendo dejara atrás todos esos momentos que paso con Gabriel al igual que lo que la hecho sentir, realmente en unos instantes quería arrancarse su corazón y tirarlo a la basura, se sentó en una  barda de la calle en zona peatonal, mirando al suelo, abrazándose a sí misma, de su bolsillo de la gabardina saco el trozo de papel que le dio Ricardo donde estaba escrita la dirección del salón e iglesia donde sería la boda de Luis, tragó saliva y soltó un suspiro >>Y-yo realmente quiero verlo otra vez,necesito,hablar con él, decirle lo que siento, mi orgullo solo me está volviendo loca, no estoy escuchando a mi corazón, solo me la he pasado pensando, debo actuar, odio ser inexperta en el amor, pero debo intentarlo, quiero expresar mis sentimientos<< inconscientemente ,se subió a un autobús y fue en camino, no sabía lo que hacía, no sabía en que estaba pensando, solo estaba haciendo lo que en toda su vida nunca hizo además de pensar; Actuar.


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Ricardo con una leve sonrisa subió a su auto junto con su novia Caeli quien sonriente vestía un vestido color salmón, su cabello recogido, muy elegante al igual que su novio, Ricardo llevaba puesto un traje negro, en el camino a la iglesia, se encontraba ahora preocupado pensando


—>>Grey, tienes que encontrarte con él, necesitan hablar, no puedes dejar las cosas así<< pensaba mientras no despagaba su vista enfrente.


­—Ricardo —lo llamo Caeli mirándolo de lado y tocando su hombro—¿Qué pasa?


—Es que, estoy preocupado por Grey.


—¿Grey?


—Si


—Ah es esa chica grosera y friki que tiro mi pastel de cumpleaños.


—Fue un accidente ¿no me digas que crees todo lo que Mariand dice de ella?


—Pues…


—Te falta conocerla mejor —dijo afirmando seguro—


—¿Conocerla? Es una chica demasiado agresiva y busca problemas, ni si quiera parece tener emociones o que se preocupe por los demás, da miedo.


—Lo mismo pensaba yo, pero ¿sabes? La conocí mejor y me di cuenta que es una mujer muy fuerte e inteligente, realmente con mucho carácter ¿no crees que es la mujer ideal para Gabo?


—Tal vez, pero Gabo es novio de Mariand, de hecho ella me dijo que iría a la boda con él, iran juntos.


—¿Qué? —cuestiono impactado Ricardo volteo a verla.


—¿Te impresiona? Tranquilo y no despegues la vista, podemos chocar.


—¡Es que no puedo creerlo! —La miraba sorprendido— No creo que Gabo sea tan idiota para hacer eso…


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Grey justamente caminaba por esa misma calle donde manejaba Ricardo, ya casi llegaban a la iglesia, ella se giró quedando de pie en la banqueta, pero una niña, como de 10 años jugaba con una muñeca en medio de la calle, pero caminaba a paso lento para el otro lado, al parecer se dirigía a su casa, pero estaba caminando demasiado lento, el auto iba a arrollarla, Grey abrió sus ojos asustada, y grito.


 


—¡Niña, ten cuidado!.


—La niña se giró a verla y se asustó, Grey parecía demacrada—¡Aléjate bruja! —grito queriendo llorar.


—Tch..mierda —mascullo frunciendo el ceño sin despegar la vista del auto.


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Caeli iba sentada hablando con Ricardo, cuando giro su mirada, vio a la niña en medio de la calle, se alteró y toco a su novio del hombro.


 


—¡Ricardo, la niña, vas a atropellarla! —le advirtió algo alterada.


—Ricardo apenas y reacciono, ya cuando vio de muy cercas el rostro de la niña—¡Ah! —grito asustado y piso el freno, vio como alguien tomo en sus brazos a la niña y la saco del camino, dando un gran salto cayendo en el suelo del otro lado de la calle, en la banqueta.


—¿Qué fue eso? —pregunto Caeli algo impresionada.


—N-no lo sé pero…—se asomó abriendo la ventana, la que salvo a la niña era una mujer, salio del auto y Caeli lo siguió por detrás.


 


La pequeña lloro, obviamente del miedo, su caída había sido amortiguada por el pecho de la chica, ella cayó de espaldas, usada como escudo.


—¿E-estas bien? —le pregunto Grey, respirando agitadamente, sin soltarla.


—S-si,g-gracias señorita—dijo apenas asustada y tiesa viendo la azulada mirada melancólica de la rubia.


Ricardo estaba de pie viendo a cierta distancia pero veía y escuchaba todo al igual que su novia de pie a un costado de él.


 


—¡Hey, mocosa! —Se puso de pie apartándola—Ten más cuidado —se cruzó de brazos viéndola con desaprobación.


—Bruja —dijo molesta al ver que la rubia le grito.


—¡Pues esta bruja te salvo el trasero! —grito riendo muy levemente y con su mano acaricio la cabeza de la niña.


—La pequeña solo bajo la mirada apenada dejando que la chica acariciara.


 


Caeli tomo la mano de su novio y lo volteo a ver impresionada.


—¿Q-que esa no es Grey?


—Ricardo la vio para luego mirar a la rubia impactado—Si lo es —dijo bajando la mirada y rio divertido.




La madre de la niña salió de la casa apurada, puesto que anteriormente escucho los gritos de su hija.


 
—¿Qué paso? —corrió y abrazo a su hija viéndola.


—Mamá tenía miedo —dijo y sollozaba sin soltar su agarre.


—Señora —la llamo en tono firme Grey —Cuide más a su hija, estaba a punto de ser arrollada por un imbécil que maneja con los ojos cerrados—dijo frunciendo el ceño.


—¿Qué? —dijo Ricardo de lejos y Caeli rio un poco.


—¿Eh? —Confundida la señora y un poco molesta—¿Y tú quién eres para..


—Mamá, ella me salvo —dijo la niña.


—¿A-a si? ah …b-bueno —vio a la chica fijamente >>No aparenta ser una buena persona, pero..<< —Gracias —agradeció sonriendo leve—¿No te lastimaste?.


—Solo unos rasguños —contesto la rubia sin inmutarse— Eso no es nada para mí.


—Bueno, se cuida ¿eh? Ojala existieran más personas como usted, señorita—Afirmo la adulta y se retiró tomada de la mano de su niña.


—¡Adiós! —Se despidió la niña de  Grey alzando su mano y agitándola energicamente—¡Adiós, señorita con ojos de gatito!.


—La rubia solo sonrió muy, pero muy levemente y se despidió agitando su mano y alzándola.


—Grey salvo a la niña —dijo Caeli impresionada volteando a ver a su novio.


—¿Qué decías de ella? —dijo divertido recordándole.


—Tch cállate —le dio un codazo.


—¿Ves? Es buena persona.


—P-pues si —desvió la mirada.


—Grey dio media vuelta y los vio, notando que la veían fijamente sin moverse—¿Qué hacen aquí? en esta calle no es la fiesta de ricachones en alfombra roja —les dijo algo divertida, ya que visualmente la pareja no concordaba con la calle tan desolada.


—Tch ..bueno —el Wero susurro a su novia cercas de su oído—Igual no deja de ser, pues, de ser Grey.


—Su novia solo asintió algo cohibida.


—¡Grey! —La llamo el Wero ya por fin acercándose— Gracias por quita a la niña antes de que..


—¡Oh! —Lo apunto algo molesta— ¿Eras tú el imbécil que no piso el freno?


—Si lo hice pero..¿Oye, como que imbécil? —Sacudió su cabeza—Como sea, Grey


—¿Qué?


—Vamos en camino a la iglesia y…si quieres venir puedes hacerlo.


— ¿Quieres venir? —le pregunto Caeli sonriendo un poco, viendola de mejor manera a la canadiense.


—Sé que quieres ver a Gabo y hablar con el —afirmo el Wero.


—Se puso nerviosa—¿Q-quien dijo que quiero verlo eh? —tartamudeo y desvío la mirada.


—Vaya.. —pronuncio impresionada Caeli abriendo sus ojos marrones, al ver la reacción de Grey—De verdad te gusta Gabriel ¿verdad?.


—Tengo que irme —dijo la canadiense, les dio la espalda y empezó a caminar.


—¡Grey deja de negarlo! —le grito Ricardo.


—Ya Wero, déjala —le aconsejo Caeli.


—Es que Patricia, me molesta que sea tan orgullosa, ya que lo admita—se quejó viendo a los ojos a su novia.


—Mejor vámonos —lo jalo del brazo llevándoselo consigo.


.


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Gabriel Montiel, se encontraba ya en la iglesia, sentado en una pequeña parte del extenso asiento de madera, alrededor de él, personas conocidas y otras no tanto, conservaba un semblante serio, con la mirada baja, con sus dedos tocaba una fina cadenita que colgaba en su cuello, así es, era el collar que Grey le había regalado, alzo la mirada y vio que más adelante estaba el altar, de Dios, María y todos los demás santos, su madre, era su familiar más religioso, y siempre le ha dicho que cada mujer importante que conocía, le conducirían a la mujer de su vida, ¿Qué era lo que  quería Dios para el cómo esposa? Tal vez todo este tiempo, se aferró tanto a Grey, enamorado completamente, demostrándole lo mucho que le encantaba, pero tal vez ella no lo quería, nunca se lo expreso, sin duda era tan fría, aun que, no podía dejar de pensar en ese obsequio que ella le dio, que ahora llevaba puesto en el cuello, ¿Qué trataba de decirle? Era tan complicada.


Aun lado de él estaba Mariand, más feliz que nunca, no se borraba su sonrisa, desde luego, había conseguido alejar Gabo de Grey más aparte, era la acompañante de Gabo para la boda de Luis, llevaba un vestido azul pálido largo, pero para muchos podrían jurar que era un vestido blanco, su cabello luciendo un peinado perfectamente hecho, con accesorios y zapatos finos, muy bien producida de maquillaje, casi parecía un maniquí, a pesar de ser linda, eso no era suficiente para Gabo, si era linda, pero ¿Qué más? Francamente su personalidad tan falsa , caprichosa e infantil, no le agradaba para nada a Gabo, pero es la única que le ha “expresado” su amor, ¿Tendría que aceptarla?, sus pensamientos fueron interrumpidos por Mariand, quien muy sonriente, se acercó a él dándole un pequeño beso en la mejilla y recargando su cabeza en su hombro.


—Gabo, no estés triste, no me gusta verte así, te  ves mejor sonriendo —dijo mientras acariciaba la mano del joven moreno—Te ves muy chulo en traje ¿sabías?


—Ya Yuya, déjame —aparto su mano y movió su hombro incomodo sin borrar su semblante serio y sin dejar de tocar su cadena con los dedos.


—Frunció el ceño molesta— ¿Qué te pasa? Estoy muy contenta y tú me amargas el día


—No dijo nada siguió mirando al suelo, sentado ignorándola por completo.


—¡Ya olvídala! —Le grito molesta viéndolo de lado—Ella no te ama, entiéndelo.


 


Varias personas voltearon al escuchar los agudos y chillantes gritos de la morena confundidos, Yuya se percató de esto y dijo sonriendo


—Ah —pronuncio nerviosa y saco disimuladamente su celular dorado—E-estoy viendo una novela aquí y jeje no es nada —decía nerviosa y sin borrar su sonrisa— Ignórenme ¿sí?


 


Todos de nuevo se voltearon, dándole la espalda, por suerte la misa aun no iniciaba, Mariand por su bien guardo silencio, estaba quedando mal, ante la gente, vio de reojo a Gabo, tan desanimado y serio que se puso de pie retirándose algo molesta, obviamente regresaría con él para la misa pero por ahora estaba enojada así que decidió alejarse.


Los del Crew estaba ahí, reunidos, estaban de pie, platicaban pero se preocupaban por su amigo Gabriel.


 


—¿No ha llegado el Wero? —dijo Isra.


—No, pero acaba de llamarme y dice que está a punto de llegar, dice que casi en el camino atropella a alguien —hablo Cristian.


—¿Qué es enserio? —le cuestiono impresionado Felix.


—¿Qué, estaba manejando en modo GTA o qué? —pregunto divertido Federico y todos rieron.


Fuera de la iglesia, por una ventana donde se veía a los invitados ,estaba Grey algo escondida por un poste que estaba adornado de flores blanca y pedrería, al ser pequeña era fácil perderla de vista tras esa enorme decoración, desde ahí, veía exactamente donde estaba sentado Gabo, él se puso de pie y se encamino con el Crew que por suerte, estaban muy cercas, no despegaba la vista, había cambiado su número de teléfono, con sus pequeños dedos, marco el número de Gabo, coloco la bocina del teléfono en su oreja esperando a que contestara.


Mientras Gabo les hablaba ya más tranquilo, su celular sonó.


—Ah, esperen —les dio la espalda sacando su celular y contestando la llamada, poniendo la bocina del teléfono en su pronunciada oreja—¿Hola?


 


Grey desde lejos, afuera, detrás de la ventana, asomándose viéndolo desde la distancia, quedo muda, no sabía que decir.


 


—¿Hola? —siguió insistiendo el moreno algo desconcertado y después de unos segundos, se fijó bien, viendo que era un número desconocido y colgó >>¿Quién era?, que raro, no reconocí ese número<<, de nuevo toco su cadena con los dedos, afligido>>Grey..<<.


Ella soltó un suspiro guardando su celular y quedo de pie tocando su frente, sintiéndose una cobarde y pensando




—>>¿Qué estoy haciendo, porque no pude decir nada,tch,me siento como una estúpida, además no sé a qué vine, no puedo entrar, no estoy invitada.


—¡Ah, Grey! —La llamo el Wero llegando y tomado de la mano de Caeli.


—Se giró a ver la pareja sin decir nada.


—¿Qué haces aquí afuera?, te pueden correr.


—Les dije que trabajo de decoradora para la boda— dijo sin inmutarse.
 
— ¿Y te creyeron?.


—Caeli solo observaba viendo de pies a cabeza a la canadiense >>Parece un pequeño gato abandonado, estando aquí afuera y solo viendo hacia adentro<<.


—Ya me iba —dijo Grey  y camino pasando a un lado de Ricardo y este la detuvo tomándola del brazo.


—Espera, viniste ¿Por qué quieres hablar con Gabriel verdad?


—Tch.. —Chasqueo—¿ Y que si vine a eso? No estoy invitada.


—Y tampoco estás vestida para la ocasión —dijo viéndola.


—Ella solo hizo sus ojos en blanco.


—Grey debes hablar con él y terminar lo que ustedes dos ocasionaron  —le hablo Ricardo.


—¿Y qué ocasionamos?


—Distanciarse —concluyo el Wero viéndola serio.


—Grey —le hablo Caeli algo seria— Vi lo que hiciste por esa niña, yo…no sé cómo te atreviste a salvarla, arriesgarte a que tu salieras lesionada, eso fue, admirable —le sonrió.


—¿Gracias? —Alzo una ceja algo confundida viendo  a la chica de cabello castaño—Creí que me odiabas.


—No —Negó riendo— Yuya es la que te odia, yo solo no te conocía bien pero, puedo ver que lo que creía de ti no era completamente cierto, eres una buena persona.


—¿Tú crees? No lo creo, solo, solo hago lo que muchos deberíamos hacer, ayudar, a los que lo merecen y no dejarse engañar por nadie.



Ricardo solo sonrió, definitivamente Grey era la mujer perfecta para complementar a su mejor amigo.




—Bien, Grey —le hablo Ricardo decidido—Iras a hablar con Gabo ahora mismo.


—¿Qué? —cuestiono algo desconcertada.


—¡Si, vamos, ah espera, Grey —Dijo Caeli mirando a la canadiense—Deja te arreglo o no podrás entrar, de hecho traigo un vestido en la camioneta, que me habían traído de USA, iba a ponérmelo pero no me gusto el color, para cuando me di cuenta ya estaba comprando otro vestido —recordó riendo y mostrándola su vestido de color purpura.


—Si, y adiós a mi dinero —susurro Ricardo  al recordar.


—¡Vamos! —Caeli tomo de la mano a Grey para llevarla a la camioneta.


—¡E-espera! —grito Grey algo confundida y nerviosa.


—No te preocupes, siempre cargo con mi maquillaje y …


—¡No, no me refiero a eso!


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Desafortunadamente Caeli y Ricardo no asistieron ,pero si llegaron justo cuando el Padre casaba a Luis y a Luz,Grey por su parte no quiso entrar, estaba encerrada en el auto de Ricardo viendo su rostro reflejado en el retrovisor, se sentía demasiado nerviosa, al parecer estaba más nerviosa que la misma novia, ¿volver a verlo, así no más,? Después de todo lo que hizo para evitarlo ahora ella lo está buscando y siguiendo a él, que ironía, bajo la mirada y viendo su vestido negro, algo no le gustaba, saco su navaja que llevaba en su gabardina y empezó a hacer pequeños cortes debajo del vestido, dándole lo que se podía decir “su toque”.


Al terminar la Misa, todos los invitados salieron, en dirección al salón de fiesta, todos subían a su automóviles, en el camino Mariand trataba de buscar a Gabo,lo había perdido de vista, cuando sintió como tocaron su hombro, dio media vuelta, era German.


 


—¿Qué haces aquí? —le cuestiono algo extrañada.


—Luis me había invitado, pero creo que llegue tarde a la misa —dijo algo desanimado viéndola a los ojos.


—Ah, sí, pues de todos modos no te perdiste de nada estuvo aburrido —pronuncio haciendo sus ojos en blanco.


—Estas preciosa Mariand —dijo sonriendo y mirándola desde abajo hasta arriba.


—Lo sé —dijo sonriendo una pisca— Gracias —alzo su barbilla tocando su cabello castaño —abrió sus ojos como plato recordando— Tengo que irme.


—¿A dónde vas? —la tomo de la mano.


—A buscar a mi novio, Gabo —afirmo tratando de hacer que la soltara.


—Te acompaño.


—Bueno —empezó a caminar, pero iba tomado de la mano de German, puesto que él no la soltaba.


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En la camioneta del Wero, su novia; Caeli estaba con Grey explicándole como caminar en tacones, la rubia estaba sentada mientras observaba a la joven morena caminar de un lado a otro, estaban solas, puesto que Ricardo, estaba con los del Crew hablando con los Novios de la boda.




—Mira ¿ves? Así debes de caminar —dijo mostrándole su caminar y se detuvo—Bien —se asomó por dentro del asiento de copiloto y tomo una caja de cartón, sacando unos zapatos negros—Creo que estos te quedaran.


—¿De dónde sacaste esas cosas? —le cuestiono Grey viendo los zapatos como si fueran de otro mundo.


—Son zapatos, y, le pedí a una amiga por teléfono que me los trajera y dejara en la camioneta —le entrego los zapatos a la rubia en sus manos—Vamos, póntelos.


—Ella bajo la mirada viendo el calzado y se los puso—¿Crees que…?


—¿Eh? —se giró a verla la chica de pie mirando a la joven caucásica.


—Él siempre me ha visto con botas, ¿Crees que note que ahora estoy usando tacones? —le pregunto algo apenada desviando la mirada pero frunciendo el ceño.


—Oh, claro, y si no lo nota pues es un, bueno los hombres no se fijan en esas cosas —recordó la chica.


—Sí, creo que tienes razón.


—¿Quién te viera Grey? Está muy bonita, deberías usar un maquillaje más como ese que te hice.


—Me da igual, mientras no sienta que llevo una máscara.


—Caeli solo rió—Anda quiero verte caminar, veamos si aprendiste.


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El Wero hablaba con su mejor amigo, Gabo, estaban de pie afuera de la puerta de la iglesia.


—Ya no estés triste, me quitas el ánimo —le reclamo su amigo de piel blanca.


—Perdón, es que, tú sabes, no puedo sacármela de la cabeza —desvío la mirada el moreno, serio.


—Sí, sí, pero descuida, te llevaras una sorpresa ¿eh? —golpeo ligeramente el hombro de su amigo usando su codo.


—¿De qué hablas, cual sorpresa? —le pregunto Gabo confundido.


—Ya lo veras —le sonrió.


 


Después, Ricardo llego a su camioneta, para llevar a su novia y a su amiga, al salón donde sería la comida y celebración, es decir; La fiesta, él iba manejando contento, logro que la rubia aceptara ir, Caeli iba a un lado de su novio, Grey iba atrás, mirando por la ventana, estaba empezando a llover, veía las gotas de agua como se escurrían en el vidrio, ella noto que la ventana ya estaba empañada, con un dedo dibujo la cabeza de un gato y luego la de un perro al instante se imaginó la sonrisa de Gabriel a través de la ventanilla, una pequeña sonrisa se dibujó en sus pequeños y rosados labios, si, está bien, por fin lo admitía, no importa cuánto tiempo lo oculto y lo evito, estaba enamorada, sin darse cuenta, solo paso, ella se lo negaba pero su corazón lo supo primero.


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Ya en el gran salón decorado de flores y adornos de mesas, llegaron los novios, todos aplaudieron, sentados en las mesas de invitados, Luis se subió a lo que simulaba ser un pequeño escenario junto con su esposa Luz, en un micrófono diciendo.


 


—Muchas gracias por acompañarme en este día tan importante en mi vida, de verdad estoy feliz..



En lo que él hablaba, los del Crew estaban distribuidos en diferentes mesas, todos con sus novias, bueno, descartando al pobre de Felix, Cristhian estaba en una mesa con su novia Dany, Federico en otra con su novia Nadia e Israel con su novia Dali, solo faltaba Ricardo, aun no llegaba.


Gabriel estaba en una mesa apartada, sentado con unos amigos y por supuesto Yuya estaba de empalagosa con él, abrazándolo del brazo, sentada aun lado de el.




—Basta Yuya, déjame —le decía Gabo con fastidio tratando de quitársela de encima, los demás solo guardaron silencio ignorándolos y comenzando a hablar entre ellos.


—No hago nada malo, solo estoy siendo cariñosa.


—>>Parece una garrapata, pero su voz, jaja es como una garrapata con voz de ardilla<< pensó mientras la veía sin interés  pero divertido >>No se parece en nada a Grey, ella, ¿Qué animal seria?<< Se dijo el mismo recordándola >>Es muy fiera y agresiva pero a la vez tierna, y su mirada, tiene unos ojos hermosos, es, como un gato<<.


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Afuera del salón, llego Ricardo en la camioneta junto con Caeli y Grey,las dos bajaron,Ricardo tomo de la mano a su novia y Caeli miro de reojo a Grey.


—Vamos Grey —le indico la entrada.


—La rubia sentía su pulso acelerado—¿S-saben? M-mejor no, mejor me voy, ya lo pensé mejor y..


—Grey, estas muy guapa, te ves bien y por favor deja de pensar tanto.—le recordó Ricardo y Caeli la tomo del brazo.


—Anda Grey, vamos. —le sonrió la youtuber de cabello marrón.


 


La Canadiense solo desvío la mirada no muy convencida, Caeli y Wero se la tuvieron que llevar casi arrastrando hasta la entrada , donde ella se soltó fácilmente de su agarre y se incorporo, suspiro profundamente, mirando fijamente la puerta principal.


 


—Bueno, entrare primero yo —dijo Caeli volteando a ver a su novio—Ricardo, recuerda debes entrar con Grey, porque parece que no puede moverse, esta asustada así que apóyala —se “despidió” de beso del chico de piel blanca— Te esperare adentro —dijo sonriendo y entro cerrando la puerta.


—Grey —se giró a verla Ricardo—Anda —le indico la entrada.


—N-no…


—¿No qué?


—N-no quiero que..


—¿Tienes miedo?


—No


—¿Miedo de hablar con él?


—¡No claro que no, yo no le temo a nada! —le grito molesta frunciendo el ceño—¡Tienes razón, tengo que hablar con ese idiota que…que…—bajo la voz y susurro— Que me enamoro sin darme cuenta —frunció el ceño y molesta abrió la puerta de una patada, lo cual hizo que Ricardo se impactara viendo a ver si nadie lo noto, por suerte no, la música estaba alta, nadie escucho nada.


 


Grey camino a paso firme, aunque no mucho, ya que los tacones le estorbaban >>Tch..¿Cómo carajos llegue a tal punto de usar estos tacones de mierda?<< Pensó molesta, Ricardo la siguió por detrás, adelantándose, para llegar con su amigo Gabo.


El moreno estaba a un sentado en la mesa, al fin, ya no se encontraba Mariand de pegada con él, supuestamente había ido al baño, el vio que llego Ricardo y le sonrió muy leve.


—Ah,ya llegaste ¿Por qué tardaste tanto?


—Güey, No sabes todo lo que pase para traértela ¿sí? —le reclamo algo cansado.


—¿Qué? —se puso de pie.


—Pero hago esto porque eres mi mejor amigo y tú y ella deben de resolver las cosas de  una vez por todas —le palmeo el hombro viéndolo y se retiró.


—¿De qué hablas, explicam…? —Quedo mudo, al voltear su mirada y ver a Grey frente a él, alejada unos cuantos metros.


 


Dios sabe lo hermosa que es ¿verdad? él también lo sabe, ¿Entonces por qué la pone frente a sus mortales ojos? Solo viendo su azulada mirada tan penetrante lo hacía estremecer, ¿acaso era de nuevo el destino que los unía? No, era más que eso, era tan bella, lucia como un ángel, no, más que eso, era una bellísima diosa  con “camuflaje”  negro, enfrente de él.


 


—>>Te veo, veo tus ojos Gabriel, si, reflejan tristeza, lo se, te he lastimado<< Pensó con sus ojos algo cristalinos, sintiéndose sentimental.


 


No podía decir nada al igual que Grey tampoco dijo nada, solo lo veia fijamente como si con su mirada quisiera decírselo todo, esta vez los ojos de la chica estaban diferentes, brillaban, estaban llenos de luz, de vida, reflejaba como estaba su alma y corazón ahora, Gabriel temblaba, pero se incorporó, sin dejar de verla, en ese instante, solo pudo pensar.


 


—>> Sin duda, eres como un Gato, porque si me acerco, te alejas, pero si estoy herido te acercas, como si quisieras compartir el dolor, por eso eres tan importante<<.


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