sábado, 5 de noviembre de 2016

Capitulo- 23: Su risa.





La pareja interracial se encontraba ya adentro de “Centro de convenciones Tlatelolco” que a pesar de no ser muy grande, aun así se podía ver que cabía muchos aficionados a los mangas japoneses, anime, cosplay, videojuegos etc..,ellos se encaminaron en la larga fila que era para comprar los boletos de entrada, Grey se notaba emocionada viendo con algo de entusiasmo a los cosplays de diferentes personajes que pasaban alrededor, caminando con la personalidad de sus respectivos personajes.
El moreno sentía en su interior un profundo alivio al notar que, por ahora, no lo reconocían, pasaron minutos, después de comprar los boletos y apenas acercándose a su novia.

—Listo —sonrió viéndola a los ojos—Aquí están los.. —No termino de hablar puesto que la rubia lo tomo del brazo jalándolo hacia la entrada y llevándoselo consigo.
—¡Si, si, ya entremos! —le grito ansiosa.
—¡Ah, bueno, va! —apenas y pronuncio viéndola de reojo algo impresionado.

Al entrar la canadiense rápidamente empezó a acercarse a los puestos de los vendedores paseando sus ojos azules, viendo la “mercancía” toda original, traída desde Japón, hasta que algo llamo su atención.

—¡Oh, Mira! —le señalo la chica a su novio.

Gabriel se sentía algo extraño puesto que estar en un lugar como ese lleno de personas, la mayoría usando pelucas de colores u orejas de gato, gorritos de panda, el olor a papel y plástico recién sacado de cajas y cajas, aroma a comida extranjera y a la vez olor a dulce, de fondo se escuchaban conversaciones enérgicas de chicos reunidos con amigos, platicando de cosas que él no entendía, era toda una mezcla de cosas de las que definitivamente no estaba acostumbrado, pero al mismo tiempo le parecía interesante y divertido, sobre todo lo hacía feliz ver a su novia emocionada, el quien impresionado, lentamente se acercó a ella, pero manteniendo una sonrisa.

—Una máscara de Ryuk, el shinigami de Death Note —le hablo emocionada.
—Pues, da algo de miedo ¿no? —le comento Gabo tomando la máscara en sus manos, viendo el rostro plasmado de ese escalofriante y peculiar personaje—Bueno, si lo quiere entonces..

Antes de darse cuenta, Grey, ya le había pagado al vendedor quien ahora guardaba la máscara en una bolsa de plástico negra y se la entregó a la joven de piel caucásica.
—¡Grey, espera ¿Qué-..!
—Vámonos —dijo sin inmutarse la rubia llevándoselo de la mano.
—Espera —continuo el moreno sin dejar de seguirle el paso—Se supone que yo debo comprarte lo que tú quieras y …
—¿Así? —cuestiono algo desconcertada pero sin despegar su vista de los puestos para comprar, esquivando a la gente que se atravesaba en su camino, no dejaba de caminar.
—¡Sí!
—De acuerdo, lo siguiente material que yo quiera me lo compras, ahora sí, es una orden —dijo con una leve sonrisa—Ya estoy hablando como Ciel phantomhive —recordó divertida y Gabriel la miro sin entender.

Pasaron los minutos, cada vez se hacía más tarea, eran ya las 4:00pm,cuando llego el momento en que Grey moría de hambre, así que se encaminaron, al área donde vendían comida, por supuesto no vendían comida “común”.
—Gabriel —la canadiense, sacudió su hombro “chocando” con el de él, para que se volteara a verla.
—¿Si mi preciosísima gatita, que quieres comer? Supongo que una ensalada o un emparedado—se giró a verla totalmente embelesado.
—¿Estas bromeando verdad? en primera aquí solo venden comisa asiática, pon atención ¡hey! —Le hablaba y con su pálida mano palmeo la mejilla del moreno—Deja de verme tanto y pon atención.
—Sacudió su cabeza y se incorporó escuchándola.
—En segunda —continuo—Quiero un tazón lleno de Ramen picante—le apunto con su dedo índice, el puesto que estaba atendiendo un asiático, vendiendo tazones con ramen.
—Oh, claro, si estas a dieta, es bueno un tazón de sopa.
—Eso es solo para comenzar—Dijo Grey riendo un poco, casi malévolamente por debajo y en un tono casi inaudible.

Grey, tenía hambre y cuando la tiene, no hay fuerza humana que la detenga, la joven de ojos azul brillante escogió una mesa para dos personas, que era la más apartada de todas las demás, a pesar de estar en un lugar público, ella siempre trataba de estar lo más apartada de la gente, llego a la mesa sentándose y colgando su bolsa en la silla muy cercas de ella, esperando a su novio, Grey saco su celular y aprovechaba tomando fotos a cosplay que pasaban caminando por ahí o a lo que le llamara la atención sin moverse de su lugar, Gabo venia ahora, cargando en sus manos una bandeja con comida encima llego, la puso sobre la mesa y automáticamente sentándose usando la otra silla.

—¡Vaya, que locura! —Exclamo el moreno un poco cansado—Nunca había…
—¿Comprar comida asiática? —quizá atinar la rubia.
—No, comprar tanta comida solo para dos personas —comento impresionado.

Cuatro Onigiris con diferente relleno, dos tazones de ramen, un plato completo de comida china y dos rollos enteros de sushi, era lo que se veía sobre la mesa para comer.

—Pues vete acostumbrando ¿eh? Porque yo soy así, no estoy con estupideces de ensalada o una pechuga de pollo, yo hago ejercicio, cargo peso, necesito comer mucho, para tener energías —dijo muy convencida alzando su puño cerrado con determinación.
—¡Ah,  órale! Ninguna mujer me había dicho eso antes. —respondió el mexicano abriendo sus ojos exaltado.

Sin decir ya nada, Grey, se dispuso a comer, primero empezando con el tazón lleno de ramen, tomando grandes bocados usando unos palillos chinos de madera fina.
Por su lado, Gabriel, algo desconcertado, tomo los palillos inseguro pues no sabía usarlos muy bien, en el camino a la convención su novia le había explicado con sus propias palabras como se utilizaban pero un así se le estaba complicando mucho usarlos. Unos segundos después la canadiense se dio cuenta y detuvo sus actos, hablándole al moreno con la boca medio llena de comida.

—¿Hey, así eres de tonto? —Le pregunto terminado de tragar la comida en su boca, para continuar hablando ya más claro—Realmente no sabes usarlos —Quiso reírse.
—Bueno, pues si —acepto algo avergonzado al sentir la pesada mirada de la chica—Es que esta algo difícil, no sé cómo le haces yo..
—Maldición ¿y te haces llamar mi novio? —alardeo y acercándose su silla a la de él, tomo la mano morena del mexicano y entrelazó sus dedos con los de él, tomándolo por sorpresa.
—Ah..Grey —apenas pronuncio levemente sonrojado para luego soltar una risa—¿Me vas a enseñar? A qué bueno, gracias ¿eh?
—Sí, ahora guarda silencio y pon atención —le aclaro mirándolo de reojo para luego continuar—Mira debes poner primero estos dedos aquí.. —comenzó a explicarle paso a paso en momentos en la veía fijamente y ella al notarlo desvió la mirada apenada.

Después de eso continuaron comiendo y la rubia hablaba de los animes que había visto, del evento de Cosplays que iba ver en unos momentos ahí, el moreno, solo la escuchaba atento, mirándola fijamente, admirando su belleza.

—Y deberían de calificar mejor la actuación, no solo el vestuario.. —fue interrumpida.
—Lo siento Grey.
—¿Por qué?
—No había notado tu vestimenta —sin dejar de sonreír la seguía viendo—Estas muy bella y sexy.
—Ella se sonrojo, al ser tan pálida de piel, su rostro se había tornado como un rojo cereza al escuchar la palabra “sexy” —¿A que ha venido eso, por qué dices esas cosas ahora? —cuestiono frunciendo el ceño apenada y con su puño lo golpeo por su hombro.
—Mientras que el solo soltó una pequeña risa y sonrió, tocándose el área golpeada—Ya, ya mi amor, no te enojes.
—Grey noto que en su cuello llevaba aquel collar , que le regalo ella por su cumpleaños,sonrió un poco,como conmovida.
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Mariand, devastada y totalmente indignada por el continuo rechazo de Gabriel hacia ella, no podía estar con su mente tranquila ni ella en paz, hasta que el sintiera el mismo dolor que “sintió” ella en cierto momento, así que sin pensarlo, planeo algo malévolo, que estaba más allá de cualquier broma que podía hacer una persona común, su víctima, era Grey.
German se encontraba sentado en un cómodo sofá, mirando de frente a aquella chica de cabello castaño y grandes ojos marrones, cuyas cejas resaltaban de lo gruesas y tupidas que era, el al escuchar su plan, no hizo más que decirle “es una buena idea” aunque en su interior sabía que lo que tenía planeado Mariand o mejor dicho Yuya, no era ni gracioso, ni legal, pero mientras él la viera satisfecha seria su fiel cómplice, después de terminar la charla y planear todo, él pelinegro la tomo de la mano y la miro a los ojos.

—Mariand—le hablo tragando saliva.
—¿Qué pasa? —le pregunto algo confundida.
—Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida.
—Eso ya lo sé.
—Rió—También con la que mejor me he llevado, yo, como al parecer ya no tengo que fingir que me gusta Grey, creo que al fin puedo decirte con libertad —sonrió—Que te amo.
—Abrió sus grandes ojos marrones y sin poder decir algo, solo pudo pronunciar su nombre—German..
—Yuya.. —se acercó   lentamente a ella casi queriendo darle un beso pero ella aparto su rostro.
—No se..que decir —desvió la mira notando que él no soltaba su mano—Esto es muy repentino, acabo de salir de una relación y …no me siento lista como para responder a algo asi.
—Prométeme que terminado esta “venganza”, cuando estés tu satisfecha y en paz, me responderás, con la mayor sinceridad, Yuya, al menos por una vez se sincera con alguien y no mientas.
—Yo.. —lo miro fijamente y soltó un suspiro—Lo prometo, seré sincera.
—Sonrió conmovido.
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La Sra.Martin,o mejor dicho “Sandy”, se sentía lo más enojada y decepcionada de su única hija, nunca Grey, le había ocultado algo, siempre le decía todo lo que iba a hacer, jamás sintió que le mintiera puesto que ella siempre era tan crudamente franca, sin embargo esta vez al parecer no es así, no tenía idea de que su hija tuviera un novio y mucho menos uno famoso, su hija tenía que explicarle ya sea hoy o mañana, noto que Grey no contestaba las llamadas así que decidió dejarle mensajes por voz, en parte desahogándose, si, al igual que Grey, su madre tenía un fuerte, muy fuerte carácter y un genio incorregible, además de que su padre trataba a Grey como un chico, sus padres y su educación, eran las razones por las cuales la canadiense era asi, asi como es.
Sandra, molesta, termino de enviarle mensajes, y se dispuso a continuar con sus ejercicios para después volver a sus tareas domésticas, esperando la llegada de su hija para poder reclamarle, sintiendo todo el derecho del mundo y control en la vida de la joven rubia, todo por ser su madre.
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Pasaron las horas y Grey estaba con mucha energía, salieron del famoso “concurso de Cosplay” que era en una zona cerrada dentro de un salón, que parecía casi como de teatro, ella le tomaba fotos a las personas que iban disfrazadas de diferentes personajes ya se de películas, series, anime, caricaturas, y también cuando veía algo que le gustaba o quería, se lo  pedía a su novio, quien sin pensarlo se lo compraba, en momentos personas lo reconocían y Gabo aceptaba tomarse foto con ellos, y cuando la gente comenzaba a acumularse, hacían lo posible para escabullirse y perderlos de vista, ella iba ahora caminando viendo los puestos, Gabo de vez en cuando veía a su alrededor pero no despegaba la vista de ella ,estaba esperando a que sonriera, pero no una sonrisa pequeña o con los labios cerrados,si no una sonrisa grande mostrando sus dientes, una sonrisa sincera y deslumbrante, desde que la conoció, siempre ha querido verla sonriendo deslumbrante mente más sin embargo ella era tan dura y fría, hasta el momento no ha podido hacer que sonriera de verdad, pero no iba a darse por vencido.
Grey detuvo su paso quedándose quieta viendo a cierta dirección, Gabriel igual se detuvo y la miro algo confundido, llevándosela a un área donde no le estorbaran a la gente.

—¿Qué pasa? —le pregunto curioso, esperando su respuesta pero la rubia no respondía,  así que se dispuso a averiguar ¿Qué era lo que estaba viendo?.

El giro sus ojos al frente, y puedo ver una pila de peluches colgados a la vista de todos, parecían como “premios” de un juego, Gabo vio los peluches, de diferentes y adorables personajes, hasta que llamo uno la atención, era un gato peculiar, blanco con detalles morados y usaba unos guantes verdes, con largas garras, y ojos azules.

—¡Ah! —reacciono algo divertido—Mira Grey, ese peluche de gato se parece a ti.
—¿Qué? —se giró a verlo, reaccionando con los ojos bien abiertos.
—Sí, ese que está ahí..
—Ya se cual dices y se llama Gatomon —respondió sin dejar de verlo.
—¿Gatomon?.
—Así, así me decían mis ex compañeros de secundaria. —dijo recordando.
No dijo nada.
—>>Al parecer él también lo sabe sin si quiera conocer a este Digimon<<—Veras, Gatomon es..violento, desconfiado y normalmente callado, por eso me decían asi, además de que siempre me dicen que mi cara y ojos parecen de un gato.
—Pues tienen razón —rio divertido—Pero también eres genial, inteligente, fuerte , única y hermosa.
—Se sonrojo frunciendo el ceño sorprendida, desviando la mirada—¿P-pero que dices? ..
—Sonrió—¿Lo quieres? —dijo apuntándole el peluche del gato.
—Se voltio a verlo—Pues.. —bajo la mirada y se giró a verlo enojada—¿Quieres comprarlo para reírte de mi cierto?
—No, claro que no Grey ¿Cómo puedes pensar mal hasta de tu propio novio? —le sonrió y rio—Ven —la tomo de la mano y se la llevó consigo hasta llegar a ese puesto.
—Qué onda —saludo sonriendo el moreno al sujeto del puesto quien tenía puesta la gorra de Mario bros.
—Hola joven, ¿quiere jugar al “tiro con arco” y ganarse un premio para su linda novia? —le pregunto mirando a Grey.
—Eh, no gracias ya…—dijo la canadiense, insegura pero Gabo la interrumpió.
—Si, claro —asintió seguro el youtuber.
—¡Bien, pase por aquí! —dijo el vendedor y le abrió paso para integrarse al juego, pasando por una gran mesa que parecía una barra de madera.
—Grey se golpeó ligeramente su frente pensando >>¿Qué estás haciendo? Nunca has jugado estos juegos<<.
—Bueno—hablo el hombre con canas— El juego consiste en dar tres veces al punto negro es decir el centro de esta imagen de Justin Bieber, tienes que darle justo en la nariz, cada flecha cuesta 15 pesos ¿eh? Y cuando logres dar tres veces al centro con las flechas, puedes escoger el premio que quieras —dijo señalándole los peluches.
—Ah órale, suena fácil —exclamo con determinación.
—Gabo —se acercó la rubia un poco hasta donde alcanzo susurrándole—Nunca dije que quería el peluche ¿Qué carajos haces?.
—Pues ganarte.
—¿Qué?.
—Si este gato “eres tú” entonces no será fácil ganarlo, eso me motiva a jugar esto, al final, prometo ganarte ese peluche, por qué sé que de todos modos te gusta ese Digimon.
—Abrió sus ojos impresionada >>Gabo..<< y frunció el ceño —¡¿De que estás hablando, acaso estás loco?!
—Un poco si —se giró a verla unos segundo y le sonrió.

El mexicano pago los tres turnos de flecha, preparándose para apuntar,sosteniendo el mango y acomodando bien la flecha en el estabilizador, soltó la flecha, y le dio a Justin en la frente.

—¡Ah, rayos, casi le doy, estuve cerca! —rió.
—Solo debe concentrarse —le dijo el vendedor atendiendo  a otros compradores.
—La rubia lo veía, definitivamente no iba a escucharla, le parece extraño y a la vez gracioso lo que le dijo:”Si este gato eres tú, entonces no será fácil ganarlo, eso me motiva a jugar esto” >>Gabriel, estás loco, pero me parece que sabes exactamente que realmente si quiero el gato, entonces…<<—Vamos Gabo, quiero ese peluche así que más vale que ganes —dijo divertida.
—Te lo voy a ganar vas a ver —contesto sin girarse a verla, concentrándose en el juego.

Pasaron los minutos y Gabo, seguía jugando, ya había logrado una vez darle al centro, pero aun no podía terminar los tres tiros, Grey se estaba desesperando, así que.

—Ya Gabo, no puedes con ese juego, deja eso, mejor vámonos.
—No, voy a ganártelo, ya verás.
—>>Maldito terco<<.

Paso una hora, ya eran las 9:00pm y por motivos de seguridad la convención ya estaba cerrando, la gente se comenzaba a retirar, el hombre que atendía el puesto, puso a sus ayudantes a guarda las cosas, se giró a ver a Gabo algo mortificado y le hablo.

—Joven, en tres minutos vamos a quitar el puesto así que si ya no quiere jugar..
—No espere, solo me falta un turno, ya casi lo logro.
—Suspiro—Está bien.

Mientras Grey escuchaba los mensajes de Voz de su madre, la mayoría no entendía lo que le decía y el 70% le gritaba maldiciones.

—¡Chingada madre Grey, puros problemas me das!.. —escuchó en uno de los mensajes.
—¿Problemas, cual puto problema le he dado? —se cuestionó y al instante recibió una llamada entrante, sabía que era su madre Sandra, así que soltó un suspiro contestando.
—¿Sandy?
—¡¿Cuál Sandy? pendeja, soy tu madre! —grito resonando en la bocina.
—¿Qué carajos el pasa madre, se está tomando sus pastillas contra la migraña? —le cuestiono rudamente desconcertada al escuchar a su mamá tan histérica.
—¡No te hagas la que no sabe nada, ¿Por qué chingados no me dijiste que tenías novio? y uno que parece famoso!
—Eso…eso no..¡no es verdad! ¿Cómo te…?—sonaba nerviosa.
—Ven inmediatamente a la casa, ahora.
—¿Ahora? —dijo girándose a ver a Gabo que aún seguía jugando—Es que…
—¡Ahora, muévete, o te mato! —se escuchó el grito y colgó la llamada.
—Mierda —mascullo, guardando sus celular Y se acercó dónde estaba Gabo jugando—Gabriel, ya deja eso, llévame a mi casa ahora, mi madre,bueno…tengo que hablar con ella y..
—Espera, todavía..
—¿Todavía que? Olvida ya eso, olvida el peluche no me interesa, es una estupidez, si estas tratando de impresionarme no lo estás haciendo solo estás haciéndome enojar.
—No es tanto por el peluche.
—¡¿Entonces qué es?!

Los trabajadores escucharon, pero no decidieron meterse,  el vendedor mejor se alejó un poco y en unos instantes iría a pedirle que se retiraran.

—Aunque —continuo Gabo sin girarse a verla, hablaba en voz alta para que lo escuchara—Sé que quieres el peluche aun que lo niegues, pero…—rió por debajo—Quiero demostrarte que soy dispuesto a hacer lo que sea, hasta la cosa más ridícula e insignificante, por ti.
—Quedo muda >>Eres un idiota<<.

Hubo un momento de silencio, Gabriel ya no dijo nada, la rubia se enojo,se estaba haciendo tarde y su madre la estaba esperando, quería averiguar cómo es que su mamá se enteró de que tenía un novio, además ya estaban cerrando todo el lugar solo faltaban algunos puesto entre ellos,en el que estaban ellos, Grey se le había acabado la paciencia,lo que comenzó como un “juego divertido” para ella exigiéndole que le ganara el premio, comenzó a parecerse estúpido y sin sentido.

—Llevas más de una hora de pie ¿No estás cansado?
—No respondió.
—¿Me vas ahora a ignorar? Bien, me largo a la mierda de aquí —exclamo molesta y se retiró dejando en el suelo, unas bolsas que contenía cosas que el le compro.

Grey camino hasta la salida, no se veía tanta gente, ya se estaba haciendo más tarde, bajando las escaleras de la entrada dirigiéndose a la parada de autobús.

—Está loco, realmente se tomó eso muy enserio —decía en voz baja caminando a pasos fuertes y firmes,hasta que detuvo su andar, que dando de pie, pensando más a fondo >>Gabo,de verdad…¿estás dispuesto a hacer lo que sea por mí?<< toco su pecho >>Eres raro<<.

Sintió que tocaron su hombro se giró y automáticamente alzo su pierna para tirar un patada, como siempre,ella estaba a la defensiva, cuando vio que era el,sonriendo y sosteniendo el peluche de Gatomon con un brazo, el esquivo su patada y rápidamente la abrazo.
—No trates de usar la violencia conmigo, o hare esto —le dijo al oído a la apretó ligeramente contra él, fortaleciendo el abrazo.

Grey no dijo nada, se dejó abrazar, hasta que correspondió un poco, después de unos segundos, él se separó de ella sonriendo le entrego el peluche.

—¡Sorpresa! —grito divertido y frunció el ceño, imitándola y usando su dedo índice lo coloco justo en medio de la cien fruncida de la rubia, tratando que, de algún modo, deshacerlo, de nuevo sonrió, poniéndole el peluche en un brazo para que lo sostuviera, la miro y dijo —¿Ves?, te dije que lo iba a ganar para ti.
—Gabriel —lo miro, sintió el dedo índice del joven en su ceño y comenzó a relajar sus facciones, sosteniendo el gato de peluche.
—Recuerda que yo soy tu “Perro” y siempre haré lo que sea por ti.

Hubo unos segundos de silencio, el cielo nocturno se oscureció, poco a poco las gotas de agua comenzaron a caer, estaba empezando a llover, la pareja se estaba empapando, Gabo la veía fijamente sin esperarse algo sorprendente, solo quería escuchar algo de ella, un “gracias” ,“lo lograste, amo a este peluche”, algo así, pero no.
Impresionante mente e inesperadamente, porque así era ella, Grey después de pasado un minuto de silencio comenzó  a reírse, pero no reírse como usualmente se reía, si no reírse fuerte y deslumbrante mente, a carcajadas, tan ruidosa, su risa resonaba en el lugar hasta parecía que se escuchaba eco, Gabriel abrió sus pequeños ojos como plato, y medio abrió sus labios, totalmente impresionado, impactado, desconcertado, todo eso junto hasta que sintió su corazón acelerarse.

—Grey..¿Q-que te ocurre? —apenas pronuncio totalmente confundido, no había dicho ningún chiste, ni una cara graciosa ni había hecho una payasada, ¿entonces por qué reía?.
—Me estoy riendo tonto —hablaba entre risas—Jugaste más de una hora de pie, por un peluche y me demostraste que de verdad eres mi “perro”, ahora de verdad si te creo, Gracias —termino y siguió riéndose.

Su corazón se aceleró mucho, al verla reír, era como ver los más hermoso del mundo frente a sus ojos, Dios, esa risa escandalosa y contagiosa, el maquillaje en sus ojos azules ahora risueños , estaba corriéndose por sus mejillas, su rostro pálido ahora tornado de rosa, por reír tanto, aun así, lucia absolutamente hermosa, era algo que en ocasiones pensó que nunca iba a ver, pero ahora lo está presenciando, para el,su sonrisa es la mas hermosa del mundo,la mas sincera que ha visto,después el también empezó a reír, de la felicidad de verla a ella tan feliz que hasta se está riendo, tanto tiempo y al fin lo logro, no de la forma que él esperaba pero lo consiguió, no estaba muy seguro si ella se reía de lo que hizo o de él, lo único que le importaba era.. >>¡La hice reír, si!<<. Celebro en sus adentros y en el exterior le sonrió y de nuevo la abrazo.

—Dejo de reírse respirando, al faltarle aire—Nunca pensé que harías esta tontería por mí.
—Pues, ni yo, pero lo hice y no me arrepiento, estoy feliz, al fin pude hacerte reír Grey y me he dado cuenta de que tienes la sonrisa mas bella,quiero ver esa sonrisa de ahora en adelante,yo haré que sonrías siempre  —le respondió divertido y muy feliz sin importarle que se estaban mojando  en la lluvia.

Grey uso su chaqueta para cubrir el peluche de la lluvia, él la tomo de la mano y la llevo a un árbol que estaba cercas para después acorralarla, la miro fijamente y su oscuro cabello estaba mojado al igual que su ropa pero no le importo si más adelante iba pescar un resfriado, solo la quería seguir viendo sonriendo, lentamente se acercó a ella cerrando sus ojos y le planto un beso, ella algo intimidada solo cerro sus ojos y con sus pequeños labios rosados correspondió, a pesar de estar bajo un árbol se seguían mojando, Grey en sus adentros no pensó en que algún día iba a dar un beso ,bajo la lluvia.

Más tarde el moreno, la llevo a su auto, tapándola con una chaqueta extra que estaba en su auto que obviamente era de él, al parecer Gabo había ya metido las bolsas donde le compro lo que ella quiso en la convención y le abrió la puerta de co-piloto, entro sentándose con su pálido cabello húmedo, el entro asegurando las puertas, cerrando las ventanas, prendió la calefacción  y arranco el auto, en dirección a la casa de Grey.
Al llegar a la casa, el auto se estaciono cerca de esta pero no justamente en la puerta de entrada, Grey bajo del auto notando que la calle donde vivía, como siempre, estaba desolada, había dejado de llover, ya solo el ambiente era húmedo y frió, Gabriel después de unos segundos bajo del auto, y se hacer a ella y le ladro, imitando el ladrido de un perro, lo cual hizo que la chica soltara una risa, el moreno inmediatamente saco su celular y rápidamente le tomo foto.

—Ella sintió y  vio el flash —¿Hey que fue eso? —le pregunto la rubia confundida.
—Perdón, es que quería una foto tuya riéndote, porque, le quiero enseñar a todos mi mayor logro —dijo emocionado y le sonrió.
—Soltó un suspiro y se acercó a él colocando su pequeña y pálida mano en la mejilla del moreno—¿Por qué eres así?
—¿A-así como? —cuestiono viéndola fijamente a los ojos, levemente sonrojado al verla tan cercas.
—Así, de tierno —respondió y le dio un beso en la mejilla, alejando su mano—Gracias, me la pase muy bien y me divertí mucho hoy, nunca había ido a una convención con compañía, estaba acostumbrad a air sola, pero creo que es más divertido ir acompañada.
—Iremos siempre que quieras —le afirmo tomándola de la mano—Siempre tendrás mi compañía.
—Le sonrió.
—Bueno, creo que tienes que irte ya, si no tu madre…
—Lose —se puso seria—Adiós —se despidió dándole un beso en la mejilla y cargando las bolsas y el peluche, se encamino a paso acelerado a su casa.
—El solo la vio irse y después se subió a su auto retirándose, mientras manejaba, saco su celular marcando un número, esperando a que respondieran.
—¿Gabriel? —se escuchó la voz de Yuya, contestando.
—Si
—¿Qué es lo que quieres?
—Necesito que mañana me digas a qué hora podemos vernos.
—¿Y Como por qué? Ya tienes a tu estúpida novia pelos de elote, ¿para qué…?
—Tengo que hablar muy seriamente contigo.
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                          “Para él, su sonrisa es la más hermosa del mundo, la más sincera que ha visto”.
                             

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